Catalunya y el estado español
han permanecido unidos durante 298 años. Durante estos años de matrimonio, el país las ha visto de todos los colores, y
cuando peor estaba España más sufría Catalunya. Por fin parecía que la tempestad
se alejaba, Catalunya empezó a creer ilusionada que
colaborando ambas partes podrían construir ese país tan ansiado: democrático,
multicultural, respetando todas las
culturas existentes en el país, y conseguir un estatuto y un gobierno propio
que gestionase el funcionamiento de la nación catalana. Catalunya por su parte
hizo crecer a España, como siempre había hecho. Pero no todo es tan bonito, hay
una parte que no ha colaborado en la construcción de ese país, que solo era una
utopía, y Catalunya ya ha despertado de ese bonito sueño y ha vuelto a su
pesadilla; España no quiere Catalunya, solo su dinero.
No solo no es un matrimonio
igualitario, dónde uno da, pero también recibe, más bien todo lo contrario. Catalunya
no tiene los mismos compromisos que otras comunidades, ni compromisos, ni
respeto, ni trato. Sí, Catalunya es la parte más rica de España, gracias a su
carácter trabajador los catalanes estamos de acuerdo en ayudar a otras
comunidades que lo necesitan, pero tampoco somos tontos; somos la comunidad que
más dinero aporta al estado, pero no recibimos el dinero necesario. Un país
dónde todos tengamos de todo por igual (teniendo en cuenta las necesidades de
cada región) está bien, pero que se utilice el dinero catalán para que en otra
comunidad puedan vivir como reyes, cuando en Catalunya necesitamos ese dinero,
y se nos culpa de la crisis porque somos la comunidad con más déficit (si estuviera
más equilibrada la aportación al estado con el dinero que recibimos de él, el
déficit sería menor), desde mi punto de vista: ¡no es justo!
Catalunya ya está harta del
trato que recibe del estado español. Y
es que no es solo en el ámbito económico que nos maltratan, sino también en el
cultural y social. Catalunya y el estado no se
entienden, Catalunya quiere progreso y libertad, y España todo lo contrario
quiere cada vez más control, el control absoluto de todo. De aquí los recortes
que hizo el tribunal constitucional al Estatuto de autonomía de Catalunya, que
gracias a ellos, el gobierno cada vez tiene más poder, limitando así la autoridad
de Catalunya. España lo decide casi todo, incluso intenta anular la inmersión
lingüística catalana, quieren quitar el catalán de las aulas. Catalunya tiene
su propia cultura, una cultura que une al pueblo catalán y la lengua catalana
es una parte fundamental de esa cultura, y si el estado quiere colaborar con su
extinción, luego que no se extrañe que nosotros, los catalanes les pidamos el
divorcio.
Por si todo eso no fuera
poco, el pueblo catalán es constantemente humillado en los medios centralistas,
creando una falsa imagen de lo que realmente es, ya que, no solo televisiones
privadas y sus periodistas demagogos, sino también algunos políticos, se
empeñan en tergiversarlo todo, haciendo parecer que Catalunya es la culpable de
todo, somos los malos de la película.
Si queremos continuar existiendo como pueblo,
nuestra única vía es la independencia porque si por el contrario continuamos
siendo parte de España, perderemos lo poco que tenemos y eso significaría el
fin de Catalunya, un país con más de 1100 años de historia, mi país.
1 comentario:
Maria:
Un par de cosas, todo el texto se sustenta en tus afirmaciones y no las refuerzas con datos,o bien los datos son discutibles (Está claro que por suerte o por desgracia, Catalunya lleva "unida" a España más de trescientos años). Tenéis que ser muy rigurosos con vuestras afirmaciones, de lo contrario caemos en tópicos y generalizaciones cómodas.
Otro consejo de índole más formal se refiere a la estructura de tu texto: No hay párrafos y eso no es bueno en un texto que tiene como una de sus más importantes intenciones la CLARIDAD. Marca los saltos temáticos con los párrafos, es mucho más claro.
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