LA INDUSTRIA DE LAS ARMAS

Una carrera armamentística tiene lugar cuando muchos Estados rivalizan entre ellos para desarrollar las fuerzas armadas más poderosas y las armas más eficaces. Es una competencia para ver quien tiene más y mejores armas.

Las exportaciones españolas de armamento alcanzaron 934,4 millones de euros en 2008, un aumento de dos millones respecto al ejercicio anterior, según el informe oficial de la Secretaría de Estado de Comercio. Así, España sigue entre los diez países que más armas exporta, en una lista encabezaba por Estados Unidos, seguido de Italia y Rusia. 

Los países de la OTAN son su destino principal. Alemania, Reino Unido Italia, así como Noruega,  compran partes y piezas de aeronaves, buques, carros de combate y misiles. Marruecos exporta más de cien millones de euros en armas compradas a España.  Otros compradores de menor importancia son Brasil, Colombia, Ghana, Turquía, Ucrania.

España se ha convertido en uno de los mayores países del mundo en fabricación de material armamentístico. Este mercado es poco publicitado, dado que tenemos imagen de país pacifico, y esta industria refleja la doble moral de los políticos de turno, que como mercenarios se rinden al poder del dinero, porque dinero es el dinero.

Es verdad que no podemos eludir el hecho que mucha gente viva de la carrera armamentística. Muchas familias tienen en esta industria su forma de sustento. Las guerras siempre han existido, son injustas y el dinero que con el que se benefician con la venta de armas es vergonzoso, pero las economías crecen gracias a ellas. Es la hipocresía llevada al extremo máximo, parece que todo vale en este planeta.

Tendríamos que pensar, como la nueva generación que somos, en cambiar este modo de pensar y crear nuevas fuentes de ingreso que no incluyan la muerte y el daño físico como consecuencia de mercado.

Sofía Cáceres Schelover