¿ES ÚTIL HACER REDACCIONES CADA QUINCE DÍAS?
Cuando tu
profesor entra en tu aula el primer día de curso, con su cara desafiante y su
sonrisilla malévola, está claro, nos tiene una sorpresa que no nos va a
resultar de muy buen agrado. Entonces, él deja su bolsa encima de la mesa, saca
su libreta recién estrenada y dice: buenos días queridos alumnos. Y tú
reflexionas y acabas pensando si es ironía; ¿A quién se le ocurre decir buenos
días el primer día de curso? Pero, claro está, que lo peor aún está por llegar.
Como iba comentando, el profesor saca su libreta y antes de que te los esperes,
empieza a dictar toda la dura faena que tendrás que hacer este trimestre.
Mientras que el estrés se invade por tus venas, piensas fríamente que es por tu
bien, pero cuando estás viendo que cada dos semanas tienes que entregar una
redacción, por tu cabeza empiezan a surgir dudas de tu capacidad para lograr
sobrevivir, problemas de organización y tiempo, pero, sobre todo, te preguntas:
¿Por qué?, ¿Por qué tengo que hacer una redacción cada quince días?
Aunque con
esta exagerada introducción parezca muy negativo, pienso que hacer redacciones
continuamente nos enriquece ya sea lexicalmente o gramaticalmente. Incluso, me atrevería
a decir que nos instruye culturalmente ya que, muchas de ellas, requieren una mínima
base de conocimientos sobre el tema tratado. En cuanto a la presentación, nos
ayuda a preocuparnos por los detalles que van más allá del texto como saber
poner los márgenes adecuados para hacer más fácil la lectura, los interlineados…
En definitiva, saber cómo presentar correctamente un trabajo escrito.
Por otra
parte, el tema de las puntuaciones. No siempre es fácil valorar una redacción
pero cuando el alumno y el profesor no están de acuerdo con la nota, allí,
justo en ese momento, es cuando surge una conversación tensa alumno-profesor
que todos queremos evitar. Sin embargo, el hecho de tener una nota, crea un
sentimiento de querer superarse que, en consecuencia, afecta positivamente al
esfuerzo que requiere redactar correctamente.
En
conclusión, por muy fatigoso que resulte hacer una redacción cada quince días, tenemos
que pensar que esta metodología está exclusivamente pensada para que mejoremos
en nuestra escritura y que, el poco esfuerzo que hacemos hoy, será mucho camino
recorrido en el mañana.
LAIA PERUCHET
1 comentario:
Bien, Laia, en conjunto te ha salido un buen trabajo. Tienes algún error como en "se invade por tus venas," porque "invadir" no es reflexivo:"invade tus venas" pero, poco más. Quizá en alguna oración has empleado circunloquios innecesarios (o sea, construyes oraciones innecesariamente largas y poco precisas) como en "No siempre es fácil valorar una redacción pero cuando el alumno y el profesor no están de acuerdo con la nota, allí, justo en ese momento, es cuando surge una conversación tensa alumno-profesor que todos queremos evitar."
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