En primer
lugar, cabe decir que saber escribir y redactar es algo clave, necesario e
imprescindible para la vida. Va a acompañarnos para siempre y es algo que
utilizaremos muy seguidamente, ya sea para hacer instancias, cartas,
currículums u otros textos, en definitiva nos servirá para comunicarnos con
quién sea necesario.
Siempre se
tomarán más en serio a alguien que redacta bien que a alguien que es desastroso
o tiene faltas de ortografía, que son síntoma de dejadez e indiferencia, las
redacciones quincenales no sólo son útiles para aprender a redactar y escribir
sino también para mejorar nuestra ortografía. No escribir con faltas es muy
necesario, y a medida que pasan los años, cada vez más, es imprescindible ir menguándolas
y mejorar.
Entregar
un texto con faltas de ortografía, en según qué sitio puede llegar a ser
incluso de mala educación e irrespetuoso. Un texto puede decir muchas cosas
sobre nuestra personalidad, puede indicar que eres una persona ordena y pulida,
responsable, seria, etc… Si aprendemos a escribir correctamente, a la hora de
hacer una carta de presentación para un empleo, por ejemplo, optaremos con más
facilidad al puesto de trabajo, estaremos fácilmente por delante de alguien que
no escriba bien.
Existen otros
métodos para aprender a escribir bien, la lectura es uno de ellos. Al leer
estamos constantemente viendo palabras, en consecuencia, si lo haces con
frecuencia acabarán quedando guardadas en la cabeza, a base de verlas se memorizan
inconscientemente. Leer tiene también otros efectos ventajosos, como es la
coherencia, y nos otorga agilidad a la hora de estructurar y escribir un texto.
Las redacciones,
en definitiva, acaban siéndonos útiles. Siendo corregidos y viendo nuestros
errores se aprende más rápido y se mejora notablemente. Se debería poner empeño
a la hora de hacerlas, ya que al fin y al cabo no te van a quitar mucho tiempo
de tu vida y te ayudarán a mejorar si te las tomas en serio, explotas algunas
de tus capacidades como es por ejemplo la imaginativa.
Algún día
agradeceremos a nuestros profesores el habérnoslas mandado, aunque sean pesadas
algunas veces. Las enseñanzas quedarán en nuestra persona haciendo de nosotros
personas de provecho.
ELSA MORALES
1 comentario:
Bien redactada, Elsa. ¡¡¡¡Yo diría que ya se empiezan a recoger los frutos de toda una vida académica haciendo redacciones!!!!
Ahora hablando seriamente, está bien en general y, puestos a encontrar algo que mejorar, te repites un poco con la idea de las faltas de ortografía.
Publicar un comentario