04 diciembre 2009

La fabula de la cigarra y la hormiga


¿Y quién no conoce el cuento de la cigarra y la hormiga? ¿Cuál de nosotros de pequeño no se sorprendió con esta historieta? La fabula de la cigarra y la hormiga es y a sido siempre muy popular y transmitida de padres y abuelos a hijos antes de ir a dormir.
Pero aparte de hacer dormir a los niños y niñas de cuatro a nueve años, este cuento tiene una intención didáctica muy marcada que nos dice que tenemos que escoger el laborioso papel de la hormiga porque después seremos recompensados y no malbaratar la vida como hace la cigarra porque después no encontraremos las consecuencias.
Supongo que esta fabula ya debe provenir de la época antigua, con los griegos que pensaron que mediante las fabulas y cuentos era más fácil de enseñar a los pequeños los valores correctos e importantes de la vida con ejemplos fáciles de entender. Y así ha durado el cuento, quizás con alguna modificación fruto del paso de los años y que se haya transmitido oralmente, de padres a hijos. También me llama la atención que esta fabula fue bien recibida por las gentes en el sentido de que se tiene la obligación de trabajar para después “tener buen tino”. Pero sobretodo por el cristianismo y alguna otra religión monoteísta que la usó y aún la usa por ejemplificar la existencia de los 10 mandamientos o el pecado capital de la pereza. De esta manera si cumples bien en esta vida serás recompensado en este caso hiendo al cielo, y si eres como la cigarra lo pagarás a los infiernos.
Y es que detrás de la mayoría de cuentos que nos contaban y luego nosotros leíamos nos inculcan mensajes “subliminales” (o disfrazados) de valores con una finalidad moralizadora. Estos mensajes muchas veces los hemos encontrado en forma de moralejas (sé bueno y serás recompensado, di la verdad y la gente confiará en ti, si no eres generoso luego nadie te ayudará, etc.). Estas moralejas están compuestas de un comportamiento que adopta el personaje y las consecuencias de sus actos que le marcaran la existencia. Han sido los consejos y libros de texto que hemos recibido desde pequeños des de los principios del ser humano y la enseñanza, más eficaces y alcanzables (no siempre se ha podido ir a la escuela, históricamente solo iban unos privilegiados) que ir al colegio o leer mucho.
En mi opinión, este es un cuento que recuerdas frecuentemente y más ahora donde hay muchas más cigarras que hormigas, es decir, la sociedad va faltada de valores.

1 comentario:

Teresa dijo...

No sé yo si la cigarra estaba falta de valores. Valoraba el placer presente y la vida ociosa, el problema es que no lo hacía conscientemente.
Veo que a casi todos os ha dado por reflexionar sobre los orígenes de las fábulas y, en relación a lo que dices, aunque muchas tuvieron su orígen en Grecia, fueron retomadas y adaptadas en su mayoría durante la Edad Media cuando tanto auge tuvo la literatura didáctica.