18 abril 2010

Simbolismo de las películas Disney

Disney es una empresa de animación creada en el siglo XX, para ser exactos en 1937.
En sus principios realizaba únicamente películas para niños. A medida que fue adquiriendo fama y sus ingresos aumentaron empezaron a realizar series con sus personajes más famosos.

Sus películas de animación se hicieron famosas en todo el mundo y muchos niños hemos crecido con ellas.

Cuando era pequeño no tenía la capacidad para poder ver el simbolismo que esconden estas películas, pero seguramente si ahora las volviese a mirar todas detenidamente me fijaría en muchos aspectos que no podía ver con cuatro o cinco años.

Por ejemplo en la película del rey león podemos apreciar un cierto racismo, ya que el antagonista es de color. Este aspecto también aparece en Tarzán, un hombre blanco que reina en la selva, cuando lo más lógico es que fuese una persona autóctona.
También podemos apreciar que los personajes principales siempre tienen un gran físico, son guapos y con grandes condiciones, las princesas siempre son muy hermosas.
Hay otro aspecto que he podido ver en estas películas, las historias de Disney por muy trágicas que sean siempre tienden a acabar bien, por ejemplo en Bamby. En mi opinión esto es criticable ya que en la vida real las cosas no siempre acaban bien.

En mi opinión creo que no tenemos que criticar demasiado este simbolismo ya que Disney solo trata de divertir a los niños y si utiliza estos simbolismos será por razones que no conocemos, pero los padres deben enseñar a los niños a medida que van creciendo lo bueno y lo malo de estas películas.

La química en la comida

En el siglo XVIII algunos investigadores empezaron a realizar estudios sobre ciertos alimentos, entre estos investigadores hay que destacar a Carl Wilhelm Scheele, que aisló el ácido málico en las manzanas en el año 1785 y Sir Humphry Davy que publicó el primer libro que relacionaba la química con la agricultura en 1813.De todas formas la química de los alimentos no tomó una forma definitiva hasta bien entrado el siglo XX.

La química en los alimentos tiene sus ventajas y tiene sus inconvenientes. Años atrás, la gente ponía los alimentos en sal, los ahumaba o bien utilizaban otras técnicas que eran útiles pero lógicamente tenían sus inconvenientes.

Con la aparición de la Revolución Industrial, se le empezó a dar un mayor grado de importancia a la ciencia. Entonces se creó la conservación para los alimentos.

Algunos ejemplos podrían ser por ejemplo; los colorantes, que le dan un mejor aspecto.También hay otras substancias que modifican el gusto o aportan energía. Existen los refrigerantes, que mejoran la calidad del producto después de la congelación. Por último hay otros conservantes que hacen que el producto tenga una mayor duración.

Esta es la cara de estos productos, pero también tienen una cruz, pueden tener efectos peligrosos en nuestro organismo.

En mi opinión es necesaria la existencia de químico en la comida, ya que tiene muchas ventajas, pero no podemos abusar de ellos, tenemos que alternarlos con los ecológicos. También es importante realizar actividad física constantemente para tener una buena salud.

17 abril 2010

Actualmente la química en los alimentos esta a la orden del día. Cada vez más fabricantes de productos alimentarios utilizan i aplican productos químicos a sus productos con el objetivo de mejorar sus cualidades i así aumentar sus ventas en el mercado.

Mucha gente piensa que cuando hablamos de los productos químicos de la comida es algo, por decirlo de alguna manera, malo. I lo cierto es que no es bien bien así, ya que todos estos productos químicos son para mejorar la cualidad de los alimentos, me refiero a mejorar sus aspecto, sabor, textura i lo más importante, su conservación. Dichos conservantes nos facilitan poder disfrutar durante más tiempo de las cualidades de un alimento, lo que nos permite ahorrar en la compra de este.

No obstante, no creo que todo sea tan bonito como se quiere mostrar, ya que está demostrado, mediante estudios de dichos productos químicos, que una ingesta abundante de estos alimentos modificados puede ser nociva para nuestro organismo e influir en nuestra salud.

Dicho esto, yo sinceramente pienso que se debería controlar la administración de productos químicos en los alimentos, llegando a un punto en que se equilibren las cualidades de los alimentos con nuestra salud. No obstante, siempre se ha dicho que todo es malo en exceso i, aunque en este caso lo es, pienso que si hacemos un uso responsable no será tan perjudicial para nuestro organismo i podremos disfrutar de una buena salud.

13 abril 2010

Los productos químicos en la comida

Los productos químicos en las comidas son sin duda un tema a tratar ya que éstos tienen importantes ventajas pero también graves inconvenientes y, aunque no se quiera, todos estamos expuestos a ellos, ya que todos tenemos que comer productor elaborados o semielaborados, desde una Pepsi hasta una chuleta de cerdo.

Antes, tiempos atrás, para conservar los alimentos, la gente los ahumaba, los metía en sal o ingeniaba otras soluciones como pozos umbrales que mantenían cantidades de hielo para evitar la floritura de sus alimentos. Estos métodos funcionaban pero también tenían sus problemas.

A inicios de la revolución industrial, se empezó a dar mayor importancia a la ciencia y a invertir en ella. Ésta creaba y desarrollaba nuevas substancias y productos para toda clase de usos, y uno de ellos fue para la conservación de alimentos.

Ejemplos de estas substancias son los colorantes y los gasificantes, los cuales crean un aspecto más apetitoso o dan nuevas experiencias sensoriales. También lo son otras substancias como las que modifican el gusto o aportan energía, cosa que nos da más ganas de comer ya sea por el gusto o para obtener nuevas sensaciones o más actividad.

Así mismo podemos encontrar los refrigerantes, que sirven para mejorar la calidad en la que queda el producto después de la congelación, u otros conservantes que mejoran el alimento aumentando notablemente el tiempo en el que este puede ser consumido, ya que retardan la fecha de consumo y caducidad del producto.

Todo esto está muy bien, pero también hay que saber que estos productos adjuntos a la comida pueden tener otros efectos aparte de su función y que no podemos considerarlos propiamente sanos o correctos.

Algunos de estos productos crean adicción, otros crean reacciones a ciertas personas… Otros, consumidos en exceso, pueden crear ciertos problemas; por ejemplo: una bebida llamada Monster si se consume en elevada cantidad y en un periodo de tiempo relativamente corto puede causar fuertes mareos, dolores graves de cabeza y otras graves consecuencias (corre una leyenda urbana que si se consumen diez latas de este producto en una cantidad de tiempo muy breve, esta puede llegar a causar el coma y hasta la muerte). Esto se debe que la referida bebida energética, como la mayoría de ellas, sólo son productos químicos mezclados en un poco de agua.

Desde mi punto de vista, creo que la utilización de productos químicos en los alimentos es positiva ya que mejoran la conservación de los alimentos y porque las productoras de estos ya empiezan a ser conscientes de los pros y contras de las substancias que usan, realizan múltiples controles de calidad a sus productos y se juegan sus ingresos en estos productos. Es posible que a veces haya empresas que se salten los controles y usen ciertas substancias, pero esto no será por mucho tiempo ya que se hará casi seguro una denuncia social de inmediato.

El único problema está en los consumidores. Han de ser más conscientes de lo que toman y que consumir con moderación.

Los productos químicos en la comida.



La química y los alimentos ya hace muchos años que empezaron a relacionarse.
En el siglo XVIII, los alimentos eran sujeto de un exaustivo análisis químico.
En 1875 Carl Wilhelm Scheele ya consiguió aislar el ácido málico de la manzana, misma sustancia que contiene el vinagre actual.
En 1810, Humphry Davy publicó el primer libro que relacionaba la química con la agricultura..
Al principio, los alimentos se utilizaban como fuente de análisis e información de la química, es decir, era el material más común para poder investigar sobre los elementos que formaban la materia.
Con el paso del tiempo, y los conocimientos adquiridos a través de estos experimentos, hemos podido utilizar a nuestro antojo las propiedades de los alimentos para obtener algún provecho a nuestro favor. De esta forma podemos utilizar elementos como la sal para conservar alimentos, como por ejemplo el bacalao o el jamón.
Pero esto, a los humanos nos sabe a poco, y no nos hemos conformado. A partir de estos conocimientos hemos podido conservar más alimentos durante más tiempo a partir de substancias elaboradas en el laboratorio de forma sintética como por ejemplo los colorantes, conservantes.. etc.
De éste modo, podemos hacer que el yogur sepa y huela a yogur sin serlo, y encima creemos que lo és. El caldo sigue sabiendo a caldo, pero simplemente es una mezcla de agua, compuestos que le dan el sabor y el olor, además de otros que hacen que éste se conserve durante un tiempo prolongado.

¿Es saludable para la salud del consumidor? Dicen que no, que aumenta el colesterol, puede producir sobrepeso si se abusa.. obstrucción de venas y arterias, adicción, deficiencia de vitaminas.. etc. Me parece muy bien.
No le voy a dar la culpa a las industrias alimenticias sobre los productos que yo decido consumir. Es cierto que con tanto bombardeo y presión para comprar productos prefabricados o envasados es muy tentadora, pero si decides tener una dieta del 95% saludable también es posible.
Si estas industrias siguen adelante es gracias a cada uno de nosotros, y creo que ya nadie se cree que la leche de la vaca ha salido de la susodicha hace 5minutos i te la han puesto en el “brick” para que no se caiga: todos somos (más o menos) consciente de que lo que comemos, natural natural.. no es.
Así que mucho quejarnos y decir que las industrias són malas, malas.. como Joker en Batman o algo así, pero somos sus motores productivos.
Además cabe diferenciar entre la comida basura como la que venden Mac Donalds, Burguer King, Coca-Cola... etc de algún producto envasado que puedes adquirir en el supermercado, como un “pack” de jamón dulce envasado al vacío. Pues claro que va a contener antioxidantes y conservantes, pero no hay que compararlo quantitativamente.
Además si lo que no mata engorda, y ya tenemos bastantes curas y remedios para todo. ¡Hasta por el dolor de pestaña! Si nos ponemos meticulosos con estas cosas al final no nos moriremos de tanta salud resplandeciente. A mí que me perdonen pero con algo más de setenta me daré por satisfecha.

11 abril 2010

LOS PRODUCTOS QUÍMICOS EN LA COMIDA

Lo queremos todo. Somos así, inconformistas de género. No solo cuando tenemos el pelo rizado y lo queremos liso y viceversa. En la comida resulta igual.

La tecnología y las revoluciones industriales nos han llevado a un punto en el que sin usar los antiguos conservantes como la sal, el alcohol, el almíbar o el aceite, podemos conseguir que un plato de arroz se conserve durante meses pre-cocinado en nuestro armario de la cocina o una bolsa de patatas fritas aguante igual intacta e igual de buena durante más de una semana. Hasta aquí todo son lujos y palabras bonitas. Al fin y al cabo, es lo que siempre hemos buscado, desde los griegos con sus ánforas de aceite hasta la famosa patanegra extremeña que se conserva mediante un elaborado proceso de salación, el objetivo ha llegado a su auge: podemos conservar con la mayoría de sus características, entre ellas el gusto y el olor, gran variedad de alimentos. Además gracias a avances también nos es posible potenciar un gusto determinado, o enriquecer algún mineral (como en los yogures que llevan más calcio) o extraer la mayor parte grasa o calórica. Nos adaptamos a nuestra propia demanda.

Pero ahora nos damos cuenta que todo tiene un precio. El bacalao con sal, tiene un fuerte gusto a sal (lógicamente). Estos productos que queremos que aguanten tanto tiempo fuera o dentro del frigorífico deben someterse a procesos más complicados que las antiguas técnicas de conservación. No vale con solo aislarlo al vacío, pues aún queremos más, y la única solución es añadir sustancias químicas artificialmente y que esa comida no contenía originalmente. ¿Es esto saludable? En la gran mayoría de casos, no. Es un grave problema que atenta contra nuestra salud peligrosamente y contra los productos autóctonos y tradicionales que forman las distintas gastronomías locales. Si cogemos un paquete de jamón dulce de la estantería de un supermercado cualquiera veremos unos curiosos: E-824 o aromantes, emulgentes conservantes, antioxidantes, etc. Estos son productos químicos que se usan pasa incrementar cualidades o simplemente la fecha de caducidad, y también, son los causantes de los problemas de colesterol, sobrepeso, y enfermedades cardiovasculares y otras. No es que cualquier “cosa” química que lleve la comida es mala o perjudicial para nuestro organismo, de hecho si nos ponemos tiquismiquis, la comida es la agrupación de moléculas y entidades orgánicas al igual que nosotros mismos. Por tanto malo no puede ser (si no abusamos) pero sí que añadir sustancias que a la larga pueden ser nocivas a estos (a la comida en general) si que es un acto poco saludable.

Pero vivimos al siglo XXI, las personas ya no consideramos un placer comer sentados y en compañía un rico caldo del huerto y carne de la misma carnicería. Ahora comemos lo que nos manda la sociedad, mediante la publicidad de nuestras teles, centros comerciales, etc.,, al ritmo que la sociedad también nos manda, acelerado. Perdemos la costumbre de amar la propia comida, la cocina y tomarnos un tiempo para poder hacer tranquilamente la digestión. Esta su que es la verdadera pena, nada saludable y que nos deteriora poco a poco. Ya que nos vendemos a las multinacionales alimentarias (como Nestlé) sin darnos cuenta. Los niños pequeños cuando van a comer la merienda, escogen la vistosa y anunciada bollería industrial en vez de su equivalente de la pastelería. El problema ya no es si lleva o no conservantes químicos o no, sino que caemos ya desde bien pequeños a sus trampas manipuladoras.

En resumen, yo creo que está bien quejarse y fomentar la prohibición de tanta cantidad de productos químicos perjudiciales que llevan nuestros alimentos cuotidianos, pero entonces que la gente no se lamente cuando la comida se pudra más rápidamente o la textura o gusto no sea la esperada e ideal. En definitiva y como ya he dicho antes, no es de esto de lo que nos moriremos.
Laia Escudé

10 abril 2010

Productos químicos en la comida


Mc Donald’s, Burger King, Pizza Hut… ¿Quién no ha visitado alguna vez uno de estos establecimientos? ¿Quién no ha comprado nunca una pizza congelada Buitoni? La comida rápida cada vez abunda más en nuestros establecimientos. La sociedad occidental está rodeada continuamente de anuncios publicitarios que dan a conocer estos tipos de comida, y cada vez inventan nombres más raros y atractivos para éstos. La finalidad sin duda es persuadir a los consumidores, pero está claro que con solo un anuncio no convencemos a toda una sociedad de que frecuente estos comercios ni que se conviertan en consumidores habituales. Hace falta algo más, y ese algo parece estar muy claro por estas industrias de alimentos.
El secreto está en la adición de substancias químicas en los productos, de manera que potencien sus propiedades e incrementen sus cualidades (siempre visuales o de sabor) al gusto del fabricante. Se trata de aditivos artificiales que facilitan su cocción para posibilitar al cliente el hecho de obtener un plato de comida en el menor tiempo posible, mejoran su aspecto para que enseguida nos fijemos en ellos, incrementan el gusto del producto para que nos creen adicción con su sabor potente, facilitan su digestión para que te sientas menos lleno y consumas más… y muchas otras estrategias que hacen que la comida basura sea mundialmente reconocida.
Hasta este punto todo parece aceptable, pero, ¿y si introducimos la variable de la salud del comprador? La cosa cambia mucho, y la verdad, es que ninguna industria alimenticia tiene en cuenta los efectos que sus aditivos químicos producen sobre el metabolismo de las personas.Solo me voy a tomar la molestia de enumerar unos pocos: obstrucción de arterias i venas, adicción, sobrepeso, problemas de corazón, obesidad, autoestima baja, diabetes, aumento de niveles de colesterol y sodio, osteoporosis, deficiencia de vitaminas, afecciones respiratorias…
Por todo esto, considero que las industrias dedicadas a l‘ambito de la alimentación deberían replantearse su metodología. La salud de sus consumidores está a sus manos, y si ésta se ve en peligro también lo terminará estando su propia productividad.Es obligación de todos concienciar a la sociedad de lo dañino de estos productos, regular su distribución y mejorar su calidad. No queremos que las generaciones futuras padezcan enfermedades ocasionadas por la propia humanidad.

09 abril 2010

PRODUCTOS QUÍMICOS EN LA COMIDA

La industria alimentaria ha sufrido cambios extremadamente decisivos para el desarrollo de la humanidad y al mismo tiempo el bienestar col·lectivo.
Todos sabemos que a partir de la segunda revolución industrial, la industria se refinó y perfeccionó notablemente y contemporaniamente la población mundial sufrió un incremento desmesurado.
Para abastecer a tanta población se necesita una gran producción de alimentos que solamente se pueden asegurar utilizando productos químicos cuyo objetivo es asegurar la continuidad de la materia prima, su crecimiento y finalmente la forma para que pueda ser vendida con facilidad.
El sistema contrario al ecológico es un sistema que asegura un sabor agradable, una forma apetecible y una conservación muy buena pero existen otras características que son francamente nocivas para nuestra salud y para la salud física y mental de nuestra familia.
Estos matices negativos de la comida expuesta a productos químicos son: tendencia al crecimiento de tumores cancerígenos, trato indigno y agresivo en los animales transmitido a nuestro organismo mediante la consumición de los mismos animales y finalmente como problema más subjetivo, la debilidad de nuestro organismo entorno al medio ambiente y a comparación de organismos alimentados de forma ecológica.
En mi opinión, consumir productos cuya composición lleva productos químicos no es motivo de preocupación siempre y cuando no se abuse de ellos y siempre que se elijan los productos más libres de estos productos, es decir, que llevando una vida sana, las repercusiones de estos productos no son muy notables.
En conclusión, creo que la mejor opción para todo el mundo es: llevar una vida sana relacionada con la práctica de deporte, alternar los productos ecológicos con los no ecológicos y consumir alimentos anticancerígenos.

08 abril 2010

HOMENAJE A ÁNGEL GONZÁLEZ

Página con poemas recitados de Ángel González.
http://www.tinglado.net/?id=nuestro-homenaje-a-angel-gonzalez

COMENTARIOS LITERARIOS

06 abril 2010

MIGUEL HERNÁNDEZ

Os dejo el enlace a las bases para la elaboración de un cartel homenaje a Miguel. Debéis realizarlo en grupos y lo presentaremos a concurso.

https://sites.google.com/site/homenajeamiguelhernandez/