27 abril 2013

COMERCIO JUSTO


EL COMERCIO JUSTO

Es una nueva forma de comercio alternativa al comercio convencional que pretende ser más ética y respetuosa con el medio ambiente. Bien, la definición es realmente atractiva, pero hay que considerar ambas posturas y sobretodo valorar los intereses.

Creo que el comercio justo es muy difícil de instaurar totalmente en el mercado ya que lo que las grandes compañías de comercio internacional convencional buscan alcanzar el máximo beneficio reduciendo al mínimo los procesos de producción, lo contrario que el comercio justo, que pretende que los procesos industriales reciban una cantidad de dinero justa por cada tarea que realizan. Esto origina un enfrentamiento importante entre grandes multinacionales y pequeñas asociaciones de luchadores para la igualdad mundial.

Se puede deducir entonces que los productos de comercio justo son bastante más caros que los otros, pero evitan las atroces injusticias como la explotación infantil, la especulación, el desgaste medioambiental, además de garantizar la cualidad del producto, entre muchas otras ventajas que lo hace más atractivo de percibir.

Realmente, en mi punto de vista el comercio justo lo tiene todo bueno, y el convencional pocas cosas, porque están saliendo a la luz todas las especulaciones del mercado y cuesta no sentirse mal, porque ciertamente todos nosotros estamos contribuyendo pagando a los productos que luego pasan por las manos de los especuladores. Están robándonos y nosotros nos damos cuenta y no hacemos nada para cambiarlo. El comercio justo se propone reducir la diferencia entre el norte y el sur, e igualar el capital en el mundo. A mi pesar es casi imposible, porque actualmente hay demasiados países pobres y pocos de ricos, por lo cual es fácil explotar cualquier zona sin más objetivos que reducir el coste de los productos. Las empresas desvían los procesos de producción que requieren mano de obra  barata a los paises subdesarrollados, donde a penas existen derechos humanos para, pagando unos salarios indignos, explotar a la población, gastar el mínimo y rendir al máximo.

Verdaderamente, estamos sobrepasando los límites éticos humanos para centralizarlo todo sobre el consumo.

Otro punto importante es la cuestión medioambiental. Ahora la necesidad de reciclar es más importante que nunca, y es que el entorno ha llegado a un límite de contaminación tan alto que es difícil reducirlo. Tenemos el mundo entero (nuestro hogar) expuesto a tal riesgo, que cualquier día nos quedaremos sin refugio. La sociedad es tan consumista que se gastan muchísimos productos, por lo que estaría bien que TODOS los envoltorios o cajas pudieran reutilizarse o bien reciclarse.

Pero, actualmente, que busca el consumidor; ¿Calidad y justicia a un precio adecuado o bien el precio reducido al máximo? Es difícil responder, pero entiendo que los productos más baratos sean de gran atracción, porque el consumidor no va a fijarse en los procesos de producción, sino en el resultado final. Estamos entre la espada y la pared, cómo debemos actuar, ¿Cerrar los ojos y consumir sin interesarnos por la causa, o bien esforzarnos para pagar los productos al precio que realmente les pertenece? Cada uno debe ser responsable de sus actuaciones, pero igual deberíamos hacer un esfuerzo y apartar el egoísmo a un lado para dejar paso a un futuro consumo legal.

1 comentario:

Teresa dijo...

En conjunto, muy buen trabajo. Algún defectillo que debes corregir es evitar poner "en mi opinión" que es innecesario y ,además,incorrecto.
En vez de "pocos de ricos" es "pocos ricos". Y en un párrafo has empleado muchos "porque" demasiado seguidos.
Por lo demás muy correcto y completo.