15 octubre 2011

INVASIÓN TECNOLÓGICA

    • Recuerdo cómo mi abuelo me contaba historias de su infancia. Repetía nombradas veces el hecho que sólo tenían una pelota y casi siempre deshinchada, que jugaban a las canicas, que se juntaban los niños del pueblo a jugar en medio de la plaza, con bastones que encontraban en el suelo y piedras de una forma llamativa y construían con ellos toda clase de cosas que se le puede poner en mente a un crio.

      Cuando pienso en mi niñez, me viene a la memoria los Playmobils, la palas y los cubos, los cromos…pero pronto aparecieron las Nintendo. A raíz de eso, pasé de estar todas las tardes en la calle del pueblo disfrutando y dejando fluir la imaginación a estar encerrada jugando a la ‘maquinita’. Ahora la sociedad ha cambiado mucho, y un niño de diez años que no tiene una PlayStation pasa a ser ese chico raro de la clase. Hemos crecido con la tecnología para acomodarnos a todo, de tal manera que ya no usamos nuestra imaginación o lógica; lo hacen las máquinas. Un artículo de una revista Sapiens, decía que hoy por hoy, existen las TV-canguro. Prefieren que la televisión se encargue de pequeños.

      Considero que se está perdiendo muchas cosas que quizá no deberían cambiar. No quiero ni pensar cuántas veces he oído decir a amigos míos “sin Internet no podría vivir”, o “sin móvil me suicidaría”. ¿Es en serio? ¿Tanto poder tienen las máquina sobre nosotros?




      AMIRA FARRÉ

1 comentario:

Teresa dijo...

Amira:
Cuidado con los catalanismos. En vez de "nombradas" debes decir "numerosas", en vez de "poner en mente" es "pasar por la mente".
Dejando aparte estas pequeñas interferencias, el resto del trabajo está muy bien, pero que muy bien, con un estilo muy dinámico y natural y un contenido muy sugerente que sabe a poco.