15 noviembre 2009

Las fiestas taurinas ¿tradición o asesinato?

Las fiestas taurinas, una tradición española con mucha cola.
En las últimas décadas se ha desarrollado un sentimiento de protección de la naturaleza y de los animales del cual han nacido unas organizaciones y unos grupos que se gasta su tiempo y dinero por tal de defender zonas de naturaleza, especies en peligro de extinción, luchan por los derechos de los animales y otros seres vivos y organizan manifestaciones para concienciar al resto de los ciudadanos.

Por supuesto estas organizaciones no oponen radicalmente a un celebración de un país mediterráneo llamado España, en el cual se coge un toro, se mete en una plaza, para que un grupo de hombres liderados por un tipo vestido con un traje ridículo se dediquen a enrabietar al morlaco, clavarle pinchos y finalmente acabar con su vida y mientras, en el periodo de sufrimiento que padece el animal, unos cuantos tradicionalistas aplauden y gritan, vitorean y elogian al hombre del trajecito. Pero claro, si el toro empitona al tipo que le intenta matar, todo el público grita al toro y se apena por el mozo herido, y entonces un grupo de vengadores salen para clavar espadas al animal que intentaba ardientemente defender su vida.
A veces, a mi me alegra que el toro coja al hombre con el vestido de brillantes y lo haga volar, pero nunca si éste acaba con riesgo de muerte.

Lógicamente los ecologistas ven esto como un atropello a los derechos de los animales y los defensores del toreo dicen que las tradiciones son desde siempre y para siempre ya que marcan la manera de ser de un pueblo o una nación.

Después tenemos los sanfermines, tradición navarra y actividad de gran renombre internacional, la cual atrae miles de extranjeros a la ciudad de Pamplona y por lo tanto, acarrea grandes beneficios en el sector de la hotelería y del turismo. Esta tradición se celebra durante algunos días alrededor del 7 de julio (festividad de San Fermín, patrón de Pamplona) de todos los años y consiste en que un grupo de personas, ya sean del país o de todas partes del mundo, se ponen delante de un grupo de toros para correr y llegar sanos y salvos a una plaza donde se vacila a los morlacos pero sin matarlos. Pero esto también tiene su parte negativa, como lo tienen todas las cosas. Mucha gente sale herida de la carrera o acaba difunta, pero hay que decir que toda esta gente se ha puesto allí voluntariamente consciente del peligro que corren.

Muy similares a los sanfermines, existen las capeas, populares en gran cantidad de pueblos de toda la geografía de España y que se realizan exclusivamente en plazas cerradas.

A parte de las corridas de toros, de los sanfermines y las capeas, existen en España otras fiestas que tienen el sufrimiento del toro como objeto. Por ejemplo: los toros embolados, populares en la Comunidad Valenciana y el sur de Cataluña, donde se incendian bolas impregnadas de combustible y atadas a las astas del toro.

Por lo que se refiere a mi opinión, estoy totalmente de acuerdo con los sanfermines, las capeas y los toros embolados, ya que es una buena tradición y no se hace sufrir demasiado a los toros, sólo se les cansa y se les hace enfadar. En cambio, estoy en contra de las corridas ya que la gente sólo va allí para divertirse mientras ve a un animal sufriendo.

También creo que estas no se deberían prohibir ni eliminar ya que sería como si en nuestra nación, Catalunya, se prohibieran “els Castellers” porque los niños que suben, al caer se pueden hacer daño y… bueno, esto es otro tema. Simplemente, en vez de acabar con la vida del toro, se le dejara marchar (aunque estuviese herido) y dar el reconocimiento al hombrecillo del traje ridículo de haber toreado y vacilado al animal.

1 comentario:

Teresa dijo...

Enric:
En conjunto es un texto innecesariamente largo, con circunloquios ("ya sean del país o de todas partes del mundo" : con "de todas partes" essuficiente y correcto)y afirmaciones incoherentes y erróneas ("pero nunca si éste acaba con riesgo de muerte". Un torero SIEMPRE está en riesgo mortal, desde que sale a la plaza y tú no te referías al riesgo que corre sino a que en la actuación el torero acabe MURIENDO, que es diferente. No por hacer las oraciones más largas van a ser mejores.