17 noviembre 2009

Los San Fermines y las Fiestas Taurinas.



En primar lugar, tengo que decir que todo y que la redacción trataba de la fiesta de los San Fermines, creo que la tradición está directamente ligada con las fiestas taurinas, que también constituyen una seña de identidad de España.
Los San Fermines es el nombre que recibe una fiesta realizada anualmente en honor a San Fermín, patrón de Pamplona, la capital de la comunidad foral de Navarra.
Ésta fiesta es famosa por una de sus actividades, llamada el encierro. Trata de una carrera de 849 metros delante de los toros y que culmina en la plaza de toros que posee la ciudad.
Los Sanfermines tienen un origen que se remonta varios siglos, concretamente en la edad media. A mediados del siglo XIII, se celebraban unas ferias comerciales tras la noche de San Juan entre el 23 y 24 de Junio, aunque el la actualidad la fecha haya sido modificada. Como las ferias eran lugares de encuentro de mercaderes, ganaderos y aldeanos, eran también pretexto para festejar y comenzaron a organizarse corridas de toros como parte de la tradición.
Su fama mundial es un fenómeno reciente, vinculado a la difusión que les dio Ernest Hemingway (escritor y periodista estadounidense que ha publicado varios libros e artículos sobre esta curiosa tradición española). Se trata de unas fiestas singulares y, sin duda, el acontecimiento por el que más se conoce a Pamplona en el mundo.
No cabe duda, en que cada año miles de personas de todo en mundo encuentran lugar de encuentro en la capital de Navarra, cómo solía suceder en sus orígenes.
Ésto, además de perpetuar constantemente ésta tradición impidiendo que quede en el olvido, enriquece fabulosamente el turismo, y por tanto favorece la economía y las relaciones de la zona.
Por lo tanto, además de una tradición centenaria y casi una leyenda, los Sanfermines constituyen una fuerte inversión económica al largo de todo el año, no sólo en las fechas festivas, ya que Pamplona ha cobrado un cierto potencial turístico.
Bien, pero existe un elemento muy criticado, que es el sufrimiento que padecen los animales, no sólo durante la corrida, sino que al llegar a la plaza de toros, los seguidores de los sanfermines que la mayoría ya llevan una importante cantidad de alcohol en el cuerpo, se dedican a jugar y torturar a vaquillas.
Bien en éste caso hemos estado hablando de unas fiestas concretas, los San Fermines, pero ¿Quién no ha visto en una tienda de “Souvenirs” una figurilla de un torero, de un toro con las banderillas, o una plaza de toros Española?
Efectivamente, las fiestas taurinas representan un símbolo de España en exclusividad.
Bien, hay dos formas de ver éste tipo de fiestas:
La primera es ver cómo un valiente joven se enfrenta ante el peligro que un peligroso animal salvaje le envista enérgicamente pudiéndole provocar varias heridas e incluso la muerte. Todo éste espectáculo sólo para satisfacer al público, que exige que el honrado personaje demuestre la valentía que representa su patria.
La segunda es interpretar la historieta anterior de forma un tanto más cómica, es decir, ver como una vaquilla o toro, se ve dirigido y engañado hacia una plaza, dónde allí un curioso personaje llamado torero, con un traje de luces que más bien se parece a uno de los manteles que utilizan en el vaticano y una capa de color rojo, se dedica a hacer posturitas mientras esquiva el toro o vaquilla con agilidad. Finalmente, cuando el animal se encuentra desorientado y cansado, le clavan una serie de pinchos y espadas que hacen ver la luz a su sangre, y más tarde es conducido hacia la muerte. Mientras, el público estalla de alegría y aplaude enérgicamente.
Ésta última visión se trata de una versión suavizada de la que tienen los defensores de los derechos de los animales.
En las últimas décadas se ha desarrollado un sentimiento de protección de los animales, como los animales en peligro de extinción o los que son maltratados física o psicológicamente, a demás de la naturaleza.
Por éso han nacido varias organizaciones y grupos, cuyo deber es ayudar a los animales a defender sus derechos e intentar que la naturaleza no sea sobre-explotada de forma pacífica. Intentan ganar dinero para invertir en éstos fines, organizan manifestaciones para concienciar al resto de los ciudadanos.. entre otros.
Por supuesto, hay personas que no necesitan la consenciación de éstos personajes para darse cuenta que ésta práctica supone una agresión cruel y sádica para el animal. En éstas condiciones, el torero no es más que la vergüenza del país.
Cada vez más, las personas tienen presiente que a pesar que las fiestas taurinas sean una tradición terriblemente arelada en nuestra sociedad, no deja de ser una tortura para los animales que sirven de cobaya en éstas fiestas. Además, el torero probablemente es cómo un jugador de fútbol que cobra una cantidad desorbitada de millones, encima no para correr detrás de un balón, sino que en éste caso, que es lo peor, su tarea es matar a un animal inocente delante de cientos de personas.
En mi opinión, la tradición de las fiestas taurinas y los san fermines no debería ser eliminada completamente, ya que en parte forma parte de la historia de muchas regiones, pero en los casos más extremos cómo es el toreo, se deberían ejecutar cambios en la realización de la fiesta.
Por ejemplo cómo en Italia, en que se realizan corridas de toros, pero antes de salir a la plaza, les pegan una cinta de “belcro” en el lomo, para poder clavarlos las banderillas de forma artificial, aunque para el público la sensación es la misma, pero sin ver sangre.
En conclusión, creo que deberían exigir medidas de éste tipo para proteger la seguridad de los animales, sin ninguna excepción.
Seguro que si podemos todos de nuestra parte podremos combinar perfectamente tradición y respecto para los animales.

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