17 febrero 2010

El bulling

El bulling o acoso escolar es el maltrato físico o psicológico que recibe un niño por parte de otro u otros.
Estos se comportan cruelmente con la víctima con el objetivo de asustarlo o ridiculizarlo para obtener algo a su favor. En muchos casos el agresor no quiere conseguir nada por medio de su víctima, sino simplemente saciar su necesidad de agredir o destruir.

El bulling se origina por parte de un agresor, que según mi criterio presenta problemas o inquietudes psicológicas y adopta la agresión como canal para sacar su ira y desfogarse.
Los agresores encuentran en el bulling un medio para llamar la atención, la víctima está pendiente de ellos, aunque sólo sea por el miedo que está causa.
También puede que el agresor busque sentirse aceptado por los demás. Muchas veces el agresor está respaldado por un grupo de seguidores pasivos o activos, que le apoyan con las agresiones. Ésto hace que el agresor principal se sienta protagonista de un echo social, y encima es aceptado por otro colectivo.
Puede suceder que el agresor tenga una autoestima baja, y que sólo busque sentirse mejor humillando a los demás. Si lo consigue, éste se considera dominante y por tanto se siente superior a los demás, cosa que puede aumentarle la autoestima.

Éstos métodos para canalizar los problemas del agresor son correctos, ya que si los sigue aplicando es porque a el le funcionan y se siente mejor. Pero si se analiza desde un punto de vista ético, la frase anterior pierde el sentido. La víctima de éstos maltratos, también persona humana, es a que sufre, se siente constantemente humillada y su autoestima baja constantemente, además a la larga puede sentir miedo o pánico a la escuela o a las relaciones con los demás niños. En éste momento empieza una exclusión social que afecta a su ritmo académico o a las relaciones cn su familia.
Por estos motivos, una cosa está clara: una característica comuna entre todos los agresores es la falta de empatía. Ya que no consiguen ponerse en el lugar de la victima. Si pudieran llegar a hacerlo y sentirse como se siente el acosado durante un instante, a lo mejor ésto les llevaría a la reflexión de ello y posiblemente cambiarían de conducta.

Por éso creo que el bulling és una práctica destructiva y no deseable para nadie, aunque de el mismo modo creo que es producto de nuestra propia sociedad. Frases como “si te pegan, dale tú más fuerte”, “no seas un cobarde” o “debes a aprender a valerte por ti sólo”... son frases que conllevan un significado vil y oculto, pero estrechamente ligado con la cultura humana. Si se piensan en las relaciones que suceden en el trabajo, entre una comunidad de vecinos o en qué se transforman los conductores al volante, veremos que nosotros mismos estamos alimentando la violencia en nuestra sociedad, y por tanto en institutos y colegios.
Hay dos formas de acabar con el bulling:
En general, siguiendo con la exposición anterior, la violencia de nuestra sociedad deberíamos eliminarla desde sus propias raíces, es decir, cambiar hábitos en cuanto a nuestras relaciones humanas, las formas de expresión, la resolución de conflictos.. hacer una reforma en nuestros propios ideales para poder transmitírselos a nuestros pequeños.
La segunda forma de tratar el acoso escolar es estudiar cada caso particularmente para poder ir desaciendo el entuerto.
Que el bulling se acabe en nuestros colegios es sólo decisión nuestra.

2 comentarios:

Teresa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Teresa dijo...

Natalia:
Buen trabajo. Sólo tienes que vigilar de no cometer faltas por influencia del catalán.
Como con el otro texto, podrías mejorar el texto marcando más la relación entre los diferentes párrafos.