19 abril 2011

ORDENADORES EN CLASE

Hace un par de años, la “Conselleria d’Educació” de la Generalitat inició el proyecto “Educat 1 x 1”. Con él se pretendía integrar plenamente las tecnologías de la información y la comunicación a las aulas y los centros educativos.

Este proyecto consiste en el uso de un ordenador portátil para cada alumno, la transformación de las clases en aulas digitales (con pizarras digitales) y el acceso a Internet y los recursos pedagógicos en forma digital.

La implantación del programa ha sido paulatina. Nuestro instituto fue de los primeros en incorporarlo. De hecho, aun no está plenamente instaurado en la secundaria catalana.

Ha sido, de momento, un programa muy conflictivo. Discutido por muchos sectores desde su inicio. Todos los actores del panorama educativo le ven ventajas, pero también inconvenientes, no tanto en el fondo como en la forma.

Mediante una serie de entrevistas a los directores de los centros que han participado en el proyecto, se han detectado una seria de problemas, no tanto de metodología sino de infraestructuras. Infraestructuras que no funcionan, averías que no se resuelven.

Uno de los principales problemas es el mal funcionamiento de las redes wifi y por tanto la falta de conectividad. Se ha producido también, una polémica al entorno de los libros digitales. Primero por la falta de ellos y después por sus contenidos y su nivel de calidad. Muchos profesores, dicen, que éstos no serían necesarios si se utilizan correctamente las posibilidades de las nuevas tecnologías de la información.

Se ha discutido también mucho sobre los filtros de contenidos de los portátiles de los alumnos. Es decir a que se puede acceder desde ellos.

A todo esto y con el programa a medio implantar, llega el nuevo gobierno a la Generalitat. Y entre las dudas que genera y los costes que supone, se empieza a plantear la suspensión del mismo. Cosa que contribuye a crear más confusión y desorden en el panorama educativo actual.

He preguntado a los alumnos de ESO de nuestro instituto que utilizan el sistema su opinión sobre el mismo. En general, no parecen muy satisfechos, dicen que el nivel del material educativo es bastante deficiente y que el ordenador los incita a conectarse a facebook y a toda clase de distracciones. También se quejan del pago de parte del valor de los ordenadores aunque reconocen que posteriormente los libros digitales son mucho más baratos que los de papel.

Ante este panorama, no me gustaría estar en el lugar de quien debe decidir si tirar adelante con el proyecto o suspenderlo. Probablemente algo que es beneficioso, innovador y que vale la pena, se ha puesto en marcha de forma precipitada y sin mucho rigor y para acabar de fastidiar ha llegado la crisis, con sus recortes de presupuesto y se ha convertido en un problema de difícil solución.

1 comentario:

Teresa dijo...

Miquel:
Rayas la perfección cuando te pones a escribir. Yo estaría muy orgullosa de haber realizado un texto como este.
Ahora sólo quedaría que siguieras trabajando hasta final del curso.