05 diciembre 2011

Quim Jote y las metralletas

En un lugar de Sevilla de cuyo nombre no quiero acordarme… vivía nuestro buen amigo Quim Jote con su familia. Hasta hace unos meses, Quim era un chico de lo más normal. Un buen día sus padres se separaron y su padre para ganarse su amor, tubo la magnifica idea de regalarle un ordenador. Entre que el pobre niño solo tenía un amigo, Barriga, Juanito Barriga, y que se encerró mucho en si mismo después de la separación de sus padres, empezó a jugar día y noche a un video-juego llamado Call of Dutty. Cada vez jugaba más y más hasta que se convirtió en una obsesión. Pasados cinco meses sin salir de casa, su amigo Juanito Barriga, preocupado y sólo porque él tampoco tenía ningún otro amigo y veía peligrar su única amistad, decidió ir en busca de Jote. El motivo de su visita no era para verle, sino que quería ir a una fiesta y no podía aparecer solo.

Puesto que Quim Jote había llegado al punto de soñar con metralletas y ver guerras por todas partes y que su madre estaba harta de verlo sentado frente al ordenador, le obligó a ir a dicha fiesta.

Todo parecía normal y tranquilo, incluso Jote hablaba de temas que no estaban relacionados con los videojuegos, pero esta situación cambio radicalmente al abrir las puertas de la discoteca y oir la música a todo volumen y las luces parpadeantes por

todos los lados de la sala sin pausa. En ese mismo instante Quim empezó a temblar y a ponerse muy nervioso. En aquel momento sus pensamientos se transformaron y la guerra de sus videojuegos apareció en la vida real. Entonces Quim gritó a su amigo:


-Al suelo Juanito que nos atacan!


Su amigo Juanito muy extrañado y sintiéndose ridículo ya que estaban llamando la atención de varios grupos de la sala, se intentó alejar disimuladamente de él, pero Quim, temiendo por la seguridad de su amigo ya que "los estaban atacando " lo tiró al suelo para evitar que le llegara el disparo. Al mismo tiempo le dijo:


-¡No seas loco! ¡¿Que quieres que te maten Barriga?


Juanito entonces respondió:

- ¿Pero que diablos te está pasando? ¡Aquí no hay ninguna guerra! ¡Solamente es música!


A lo lejos se podía ver que se acercaban dos de los porteros más fuertes y musculosos de la discoteca. Quim que aún seguía en su mundo bélico virtual, creyó que no eran ni más ni menos que sus dos peores enemigos que aún no había conseguido derrotar en el juego. Quim se armó de valor y sin oír las advertencias de su amigo que le decía que dejara de hacer el tonto de una vez, quiso enfrentarse a ellos, pero para eso necesitaba una arma y la empezó a buscar desesperadamente por la discoteca hasta que entre el ruido, las luces y la gente, le dió un ataque epiléptico.



Se despertó a la mañana siguiente en el hospital con su madre al lado llorando y maldiciendo los videojuegos, ya que según el médico se estaba volviendo loco por culpa de su adicción a dichos videojuegos. Incluso así, el seguía pensando que todo lo que había visto era cierto y nunca reconoció sus paranoias y para colmo siguió jugando a los videojuegos cada tarde.


Sussanna Segu, Judith Colom y Laura Costa

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