06 diciembre 2011

Quiyote y Panchito


Había una vez en el barrio de la “Mina” de Barcelona donde los policías no entraban y no querían saber nada…, vivía un tipo curioso cuyo nombre se llama: EL QUIYOTE, era un tipo chungo y prepotente que nadie le molestaba.
Siempre iba acompañado de su mano derecha: El Panchito, era una persona que desde los 14 años ya trabajaba con las drogas, veía que ganaba mucho dinero. Al principio de todo él no toma estupefacientes, solamente compraba y vendía. Después al cabo de unos meses vio que la gente que toma estupefacientes se lo pasaba en grande, y no se preocupaba de la vida real. Como era una persona que no vivía en un lugar con riqueza, trabajo y una vivienda digna, empezó a tomar todo tipo de drogas porque así veía su lado feliz de la vida, que no le daba importancia a nada.
Todo empezó cuando Quiyote y Panchito se fueron de fiesta en una discoteca de los alrededores y empezaron a beber, fumar y a hablar con chicas, pero más tarde Panchito vio que QUIYOTE  estaba sentado en un rincón fumando todo aburrido, se fue a la barra del bar y pidió un Whisky con Coca-Cola y le añadió una pastilla, se fue hacia él para darle el cubata, Quiyote no sabía que había esa dicha substancia y se lo bebió de un trago. Cuando había pasado media hora, se empezó a sentir extraño y saltó a la pista de baile a bailar  con todo el mundo, cuando estaba a punto de salir el sol los dos amigos se fueron a casa.
Panchito empezó a notar como se le pasaba el efecto de la droga y a reflexionar sobre lo sucedido esa noche sin embargo Quiyote pedía más y más. Panchito le dijo que se relajase, que en el coche tenía la droga. Quiyote subió rápido al Seat Ibiza tuneado nervioso, Panchito intentó calmarle pero su amigo, le pegó fuerte. Panchito confundido por lo que le estaba pasando se fue corriendo a su casa. Al día siguiente Panchito, como cada día, esperó al Quiyote en la puerta de su casa a las diez de la noche esperándole para ir de fiesta. Su amigo sin disculparse le pregunto si llevaba suficiente droga para todos la noche. Panchito le dijo que si pero que él no tomaría, que se había dado cuenta de que no lo daban todo. Quiyote le miró amenazantemente y le dijo que subiera al coche. En media hora llegaron a la discoteca y Quiyote empezó a tomar droga, dijo que esa noche tenían que ir “finos” desde el principio. Panchito le observaba mientras le empezaban a notar los efectos. Sin avisar a su amigo, el Quiyote emprendió el camino hacia la discoteca y Panchito le seguía. Dentro, Quiyote, empezó a tener alucinaciones y pensar que la gente le quería pegar. Panchito le estaba aconsejando irse a casa pero él no quería y la emprendía contra los asistentes a la fiesta. No pasó mucho tiempo hasta que vinieron los seguratas, no tardó mucho Panchito en seguir a Quiyote. A fuera Panchito se dio cuenta de que su amigo estaba loco y que esto le podía afectar muy gravemente. Sin embargo Quiyote pedía más droga porque decía que era capaz de matar a los que le habían atacado  en la discoteca. Panchito viendo el grado de locura de su amigo prefirió darle todo lo que tenía. Quiyote se lo tomo todo hasta que, repentinamente, sufrió una sobredosis y le ingresaron en el hospital. Panchito estuvo con el toda la noche.
Al día siguiente  Quiyote muy débil se dio cuenta de que las drogas le habían consumido y que no le daban la felicidad. Panchito viendo la triste imagen de su amigo moribundo empezó a llorar. El Quiyote cada vez más débil iba a decirle a Panchito que la felicidad la encontraba estando con él y no con el efecto de las drogas pero su corazón se paró y Panchito empezó a llorar por su muerte sin saber que se había curado de su locura, su perdición.

Con cariño Cesc, Pau y Joel

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