01 junio 2013

Trabajo vocacional

Pienso que es importante sentirnos cómodos con el trabajo que deseemos escoger ya que es algo que, supuestamente, haremos hasta que nos jubilemos. Sería desagradable y agotador dedicarse a algo que no nos apasionara ni nos proporcionara confort durante tanto tiempo. Por eso, aunque cueste esfuerzo, debemos intentar encontrar nuestro trabajo vocacional.

Hay quienes nacen con ciertas habilidades que les permiten ver su futuro con más claridad, quienes se van especializando sobre una rama en particular y quienes descubren su vocación más tardíamente. Pero lo esencial es descubrir la vocación de cada uno.

Creo que hay una gran diferencia entre (por poner un ejemplo) los profesores de profesión y los profesores por vocación. Lo que quiero decir es que no es lo mismo trabajar como profesor porque: no había más salidas, porque la nota no llegaba para dedicarse a otra cosa, por lo que sea, que dedicarse a hacer de profesor porque realmente se ha estudiado para ello y porque es lo que verdaderamente se quiere. 

La ilusión y el empeño con el que convive alguien que está a gusto con su trabajo distan considerablemente de las ganas con las que se levanta alguien que le aburre su oficio. Puede que haya quien se acabe acostumbrando a eso y que acepte sus posibilidades en el mundo laboral y más aún, en los tiempo que corren, que cualquier trabajo es bienvenido.

Desde mi punto de vista, la situación actual está provocando que mucha de la población esté ignorando su vocación y que mire más por traer un sueldo a casa sin importarnos, o sin importarnos tanto, las condiciones de trabajo. Esto para mí supone una gran tristeza, ya que nadie me puede garantizar que en un futuro me dedique a aquello que amo. Aún así, no pierdo la esperanza y lucharé por mi trabajo vocacional.

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