27 enero 2012

ALMA DESNUDA

Es un día de invierno. Me levanto de la cama y miro por la ventana. Llueve intensamente sin cesar. No hay nadie por la calle la cual está muy oscura, pero se aprecia el vaivén de las hojas promovido por el fuerte viento que sopla. Mi alma se estremece. De repente, por mis mejillas caen dos pequeñas gotitas. Volvía, otra vez, a llorar. Me siento sola, sin nadie a mi lado que pueda ayudarme, mi alma cada vez se desvanece más. Persigo un sueño que es imposible, inalcanzable para mí. ¿Por qué? La verdad es que no puedo responder a esta pregunta por más vueltas que le doy.

Sería todo tan fácil si tuviera tu compañía, pero no estás y nunca jamás volverás a estar. Cuando me hablabas del final, de nuestra separación, todo me sonaba lejano, no apreciaba que las personas tenemos un destino marcado desde que nacemos y que el día de partida es inesperado para todo el mundo. Por este motivo a veces no valoramos muy bien lo que nos rodea y las personas que realmente nos aman y aprecian, es una verdadera lástima…
Siempre, siempre voy a estar agradecida contigo, por cómo me has tratado siempre, por todo lo que me has hecho aprender en la vida en estos años y lo más importante por como eras como persona. Son tantas las veces que recuerdo claramente tu voz, cuando a veces me hablabas gritando y otras me hablabas con una mirada que me lo decía todo. Nuestra complicidad siempre sorprendió a todo el mundo y es que por más que pasasen los años siempre tuvimos esa confianza que nos ayudaba en los malos y buenos momentos de nuestra vida. Éramos inseparables. Supongo que el paso del tiempo me ha ayudado mucho desde que me dejaste, he madurado y parece que voy entendiendo poco a poco el juego de la vida, aunque todavía me cuesta aceptar cosas que forman parte de ella.

No obstante, escribir me ayuda. Un día me lo plantee y me di cuenta que la idea no era tan sorprendente como parecía. A mí, me funciona. Es una forma de sacar todos mis sentimientos y expresar que siento y como lo siento. Para mí, es un gran alivio, la verdad. Un alivio que me trae cierta serenidad y me hace recordarte tal y como eras. Y es que sin ti, a veces, mi alma se desvanece y se desnuda. Te quiero mamá y siempre te querré.

3 comentarios:

Teresa dijo...

Está muy bien redactada, Helena, con un pequeño fallito en "escura" porque es "oscura". Has escogido un texto con mensaje optimista al final aunque me sabe mal que todos estáis haciendo textos muy tristes. ¡Quiero pensar que no es culpa de la asignatura de lengua castellana!

Helena Huguet dijo...

Gracias Tere!:)

Clàudia Bochaca Sabarich dijo...

no se yo si no es culpa de lengua castellana eh Tere...yo me sentiría culpable! jajaajaja