11 enero 2012

Que fácil es quejarnos del consumismo, hacer ver que pasamos de estos rollos, que somos como corderos haciendo lo que nos mandan los publicistas…..Pero yo aún me acuerdo de las Navidades pasadas en familia cuando era pequeño; de las vacaciones con los primos que venían para esquiar; de lo fuerte que pegaba a la Tronca para que me cagara muchas cosas; de los regalos que me dejaba Papa Noel en casa del abuelo , porque por Reyes no estaría en Pobla ( que listo era Papa Noel ¡!!) ; y los Reyes en casa de mis abuelos donde nos juntábamos todos los primos, tíos, hermanos y padres, y aquello era una locura ¡¡pero qué bonita locura!!! Ahora sé que todos hacían un verdadero esfuerzo para poder darnos esa ilusión, pero para mí aun la Navidad es un momento de ilusión. ¿A quién no le gusta recibir regalos? , ¿Y ver la cara de sorpresa de tu hermano cuando le has encontrado ese cacharro que le pega tanto? No todo en la Navidad es consumismo. O igual sí, pero también tienen que vivir las tiendas, las fábricas de regalos, los turroneros, los transportistas que llevan los juguetes a las tiendas, o los turrones a los supers ; los fabricantes de papel de regalo, de bolsas, de bombillas, y hasta el pastor que tiene corderos o cabritos y hace el agosto en pleno Diciembre…. Seamos sinceros y no nos quejemos de lo que en el fondo, por mucho que nos moleste, ayuda a una parte importante de la sociedad a tirar adelante y a otra a llenar de ilusión

1 comentario:

Teresa dijo...

Está muy bien redactado, Cesc, tan bien, que sólo te retocaría un verbo del final del trabajo: "tener ilusión" o bien, "llenarSE de ilusión".