26 enero 2012

Un botón puede cambiar mi vida.

Tenía 15 o 16 años y lo recuerdo como el mejor verano de mi vida, fue el mejor porque fue el ultimo.

Me llamo Ana y cuando era joven mis únicas preocupaciones eran salir de fiesta, encontrar el amor de mi vida (también llamado príncipe azul) y aprobar el curso que estaba cursando el aquel momento.

La historia que os voy a contar ocurrió al setiembre. Como e dicho antes había pasado el mejor verano de mi vida, muchas fiestas y algún que otro amor, pero llego el septiembre y todo cambio, la vuelta a las clases, a la rutina y por desgracia también llego mi nueva” vida.
El día 19, tuve un fatal accidente. Iba para casa, eran alrededor de las tres menos diez y íbamos todos juntos, como de costumbre. A mesura que íbamos subiendo cada uno se iba para su casa, yo siempre era la ultima, por que vivo en la calle mas alta del pueblo. Quedábamos tres, y cuando pasábamos la carretera para llegar ya a las calle de mis compañeras, un coche que iba a toda velocidad me arrolló y me hizo volar unos 20 metros. El coche marcho a toda marcha y yo estaba tendida en la carretera inconsciente pero con vida, oía de fondo a mis amigas llamando a las ambulancias, llorando y pidiendo ayuda. Llego la ambulancia y cuando llegué al hospital de Tremp me pusieron dentro de un helicóptero y de allí a un hospital de Barcelona más competente. Hicieron lo que pudieron me operaron y frenaron todas las hemorragias internas que tenía, pero al salir del quirófano ya no desperté, estaba en un coma profundo el cual todavía estoy hoy. Me hicieron todas las posibles pruebas pero en ellas solo salía que el 5 por ciento de mi cerebro tenía actividad y algunas veces al volver hacerme pruebas para ver como evolucionaba reducía el tan por cien.

Hoy es un día muy especial, a venido toda mi familia a verme, normalmente solo viene uno a ver como estoy, los primeros años venían cada día, pero claro tenían que tirar adelante, como decía hoy es un día especial siento como los médicos y mis padres están discutiendo, hablan de si me desconectan o no. Tengo miedo, yo solo les quiero decir que estoy viva, que no me desconecten que quiero ¡vivir!
¡Ayudadme por favor, sois los únicos que podéis salvar mi vida!

1 comentario:

Teresa dijo...

Nada que objetar a tu trabajo excepto las faltas de ortografía. Son demasiadas y se repiten las mismas en cada trabajo.Tienes que hacer un esfuerzo y poner todos los medios por evitarlas (diccionarios, corrector y repasos antes de entregar) porque es una pena que te bajen tanto la nota.