05 mayo 2012

EN TAN SOLO UNOS INSTANTES


La nieve ya se ha derretido de los árboles los cuales están completamente desnudos ante todo el paisaje. Sus brancas no tienen hojas, ni flores, ni frutos. Son las últimas horas de este invierno tan largo, frio y profundo. Aun recuerdo esas tardes de otoño cuando empezaban a caer las hojas y esos crepúsculos de invierno, oscuros, cuando los primeros copos de nieve dejaban huella en el suelo. Las mañanas blancas daban un espíritu de pureza y ternura. Reflejaban un paisaje digno de ser contemplado a través de una ventana de una pequeña casita perdida entre las montañas.

Pero lo días pasan muy deprisa y sin darnos cuenta se acerca el equinoccio, el cambio de estación. Los arboles deben volver a vestirse y sus brancas, adornarse de pequeñas hojitas y rellenarse de flores que posteriormente se convertirán en frutos.
De repente, una sensación invade mi cuerpo.  Hoy, el sol brilla con más fuerza de lo común, entibiando el ambiente, y siento suavemente su calidez en mi cara. En tan solo unos instantes puedo deducir que el invierno ha llegado a su fin. La primavera llega con un espíritu adolescente y con mucha fuerza, una fuerza que la naturaleza recibe y transforma en vida. Las mariposas vuelan de amapola en amapola y, a la vez, los pájaros se sitúan en las copas de los árboles y entonan con mucha destreza sus bellos cantos. Lentamente, se puede llegar a observar como de las brancas, unos pequeños vegetales de diferentes y muy bonitos colores nacen, las flores. Su presencia pronto dará esa esencia tan propia, especial y característica de la primavera que tanto nos llega a gustar.  

La primavera es tiempo de dejar atrás el frio del invierno y con él los malos momentos, de dejarnos llevar por nuestros sentimientos y nuestros sentidos, es tiempo de sentir de nuevo la brisa fresca y perfumada que hay en el aire que nos rodea constantemente. Tiempo de vivir, de no pensar, de sentir y dejarse maravillar, en tan solo unos instantes, por el poder de la naturaleza.

1 comentario:

Teresa dijo...

Muy correcto excepto por un pequeño error: en castellano son "ramas" y no "brancas".