21 febrero 2007

Jóvenes...

En el siglo XXI, los jóvenes tenemos privilegios que hace cien o cincuenta años, nuestros abuelos y padres no podían ni soñar, posiblemente porque no existían o por la falta de economía. También es cierto que la educación era mucho más dura y severa que ahora y no podían perder el tiempo estudiando porque tenían que ayudar a los padres si querían sobrevivir. De todas formas, también los padres eran más duros con sus hijos.

Hoy en día, las cosas son muy diferentes. Es cierto que los adultos hablan mal de la juventud. ¿Por qué? Creo que son muchas sus razones…

Los “chicos de nuestra era” tienen mucha más libertad y pueden ser corrompidos con mayor facilidad. Las drogas están a la orden del día, y es antes de la mayoría de edad cuando empiezan a tomarlas. Estremecedor ¿verdad? Y hablando de drogas, no nos olvidemos de aquellas que se encuentran legalizadas; el alcohol y el tabaco: los “botellones” son una fuente de problemas: están prohibidos pero igualmente se llevan a cabo, ensucian la calle, molestan a los vecinos y acaban con todos delirando y hablando a voces. El tabaco es otro problema; está mal visto que jóvenes con catorce o quince años fumen, pero otro punto a tener en cuenta es que lo hacen a escondidas de sus familias o personas cercanas a ellas. Incluso roban a sus padres para poderse abastecer de una cajetilla de fumador. Pero dejando las substancias estupefacientes, otro conflicto es la tranquilidad con que se lo toman todo; me explico: los muchachos son muy “vagos”, siempre sentados en el sofá, viendo la televisión y sino, están en el bar. Antes no se tenía la oportunidad de tener unos estudios como ahora, y una de las quejas de los adultos es esa; no saben aprovechar ni valorar lo que tienen. Sino lo poseyeran seguro que lo querrían, pero la vida desde su perspectiva debe ser más “Chill out”. Muchas son las quejas, y cada cual tiene las suyas.

Pero por otro lado, no todo en los jóvenes es negativo. Un aspecto positivo, si se puede ver desde un buen punto de vista y dependiendo de la situación, es que siempre se salen con la suya y logran evitar y escapar de todos los problemas que les acechen. Cosa que les diferencia de los adultos, es esa autodeterminación en el momento de enfrentarse a un problema; los mayores, ante un tropiezo, ven una montaña en un grano de arena y muchas veces no saben como actuar. De ahí, que hoy por hoy, haya tanta gente con depresión. Pocas son las veces, que los adolescentes se echan atrás, y, si solos no pueden, hacen piña, y en sociedad lo consiguen. Es esa autoestima o creencia en uno mismo lo que les mantiene al pie de cañón.

En definitiva, es cierto que muchos de ellos no van por el buen camino, que se meten en líos o simplemente quieren disfrutar de la vida a su manera; es su problema y a la vez el de todos, pero seguro, que cuando les toque sentar la cabeza, dicho enfoque cambiará radicalmente y se centrarán en lo que es la dura realidad.

Dani Martín

1 comentario:

Teresa dijo...

Dani:
En general el texto está muy bien y me limito a comentarte cositas sueltas.
En el primer párrafo, cuando mencionas la falta de economía, debes de querer decir que no se lo podían pagar (de economía ha habido siempre aunque fuese muy primaria)
En el tercer párrafo, quizá sería conveniente un punto y aparte tras tratar el tema de las sustancias "estupefacientes" y empezar el de la desidia de los jóvenes.
El empleo del término "abastecer" de tabaco también me parece un pelín hiperbólico tratándose de una simple cajetilla. Abastecer sugiere suministro de mercancías
de mayor envergadura y volumen.
Tienes también un error de concordancia en la oración "siempre sentados....el bar", a los gerundios:sentados, viendo les correspondería bebiendo o hablando o algún otro gerundio en el bar.
La frase "Un aspecto positivo...es que" tiene demasiados circunloquios. Ya hemos comentado otras veces que los textos argumentativos son subjetivos, dais vuestra opinión y no tenéis por qué estar todo el día disculpándoos y justificandola.