08 marzo 2007

CUANDO SOLO QUEDA EL INSTINTO

El tema que nos toca tratar esta semana – el asesinato en caso de atraco – ha desencadenado una gran polémica últimamente, ya que cada caso es distinto y uno puede cometer errores gravísimos en un momento en que la razón se escapa de la mente y se deja llevar por los impulsos, pero no debemos ignorar que el hecho de actuar impulsivamente puede resultar una desgracia.

Creo firmemente que nadie tiene derecho a quitarle la vida a otra persona.
En el caso de que asalten tu propiedad no veo el motivo para matar al ladrón, podría ser que este no quisiera dañarte, simplemente robar, una acción que no defiendo pero que no creo que deba pagarse con la muerte, si toda la gente tomara la justicia por su mano el mundo acabaría resultando un caos, ya que las personas tienen un limite y acaban perdiendo el control.
Otro punto, con el cual muestro mi desacuerdo, relacionado con este tema es el hecho de tener armas en casa ya que son una provocación a la violencia, y si alguien entra en tu propiedad coges el arma enseguida en vez de pararte a pensar si pude dañarte. Hay veces que nos dejamos las llaves (yo por ejemplo) y entramos saltando por el jardín, podría ser que este olvido me ocurriera de noche y mi padre se pensara que yo soy un ladrón, al tener una pistola podría darse el caso de que saliera al balcón y me disparara, con la oscuridad no me distinguiría y luego ya no habría marcha atrás.

Por otra parte comprendo que cuando te debates entre la vida y la muerte, eres tú o el ladrón, no hay más solución que recurrir al asesinato ya que tu no has buscado una situación en la que te ves atrapado y solo ves una solución posible, pero aquí ya estamos hablando de la defensa propia y en estos casos haríamos lo que fuera para salvar nuestra própia vida.

Opino que otro de los problemas de estos casos reside en nuestro sistema judicial y en el cuerpo de seguridad, no se actúa con suficiente rapidez o dureza y muchos culpables quedan en libertada antes de tiempo, con lo cual la gente se desespera y prefieren actuar por si mismos pensando que si llaman a la policía quizás no van a llegar a tiempo.

Finalmente decir que este tema es delicado ya que en esos momentos te encuentras en una situación que simplemente pensándola no la puedes analizar, creo que debes vivirla, ya que uno saca el instinto más primitivo que lleva dentro para defender su vida y a veces este instinto pude traicionar y sacar los dientes demasiado pronto.
Hay una cosa que creo que no debemos olvidar, y es que una vida no es comparable con un collar de diamantes, un coche u otra cosa, una vida solo es comparable con otra vida.


LAURA SERRA

1 comentario:

Teresa dijo...

Laura:
Me ha gustado tu comentario.Abordas las razones a favor y en contra y justificas diferentes puntos de vista. Exhaustivo, vocabulario correcto y bien ordenado y cohesionado. Sólo hay alguna incorrección gramatical (sólo comparable a otra vida). Muy bien