Mi amiga Emma

30 grados bajo cero no eran de mucha ayuda para mi amiga Emma. Atrapada en medio de la nada, sin acordarse ni tan siquiera de su nombre, camina y camina, sin saber bien el lugar al que se dirige. ¿Norte, sud? Jamás hubiera imaginado con 16 años, jefa de las animadoras, prometida con el mariscal del equipo de futbol y con unos padres más conservadores que el mismísimo Bush, que acabaría luchando por una de los bienes más preciados: la vida.
Nunca le había dado ningún valor, las cosas materiales y superficiales le gustaban mucho más, como buena “americana” .

Se merece lo que le está pasando.

Si no tuviera jet privado jamás hubiera tenido ningún accidente ni se encontraría ahora en medio del proceso de congelación de la materia, porque para mí ella no es más que esto, materia.

Está intentando darse cobijo en medio de las grutas, pero no lo consigue, su cuerpo no está preparado para sufrir. Cuanto tiempo creéis que puede aguantar una persona a 30 bajo cero sin ropa adecuada, le doy 1 hora, si se acuerda de los documentales de Discovery quizás 2. Sólo Dios lo sabe. Aunque ella está cerca del pueblo, pero no lo sabe, es como un desierto, puede llegar a caminar en círculos teniendo el pueblo a 150 metros de dónde está, pero la tormenta de arena se lo impide ver.
¿Debería actuar? Siempre me lo he planteado y ahora tengo que decidir, ella ha matado a muchas personas, no es necesario un cuchillo, las palabras bastan: gordo, hermafrodita, no vales para nada, eres un don nadie, ¿es suficiente no? Ya tengo muy claro lo que voy a hacer, la salvaré, sí, no me gustaría cargar con la muerte de nadie, eso sí, lo pagará. Voy a ser cruel, pero espero que me entiendan, es una persona que te hace llorar, te hace sentirte mal con todo tu ser, hace que quieras morir, ¿es esto una persona?
Así que todo decidido, cuando sus queridas manos queden congeladas, la salvaré de la muerte, pero, ¿continuará siendo bonita sin manos, la querrán sus amigos, la querrá su familia y su jugador de futbol?

Quizás me lo vuelvo a pensar y la dejo morir, que sería menos cruel por mi parte, hasta me podría considerar buena persona, que duermas bien Emma.