26 mayo 2012

Ese día empezó como uno cualquiera... me desperté, almorze y mi madre empezó a chillarme: "No has limpiado la habitación? pero que te crees!! que esto no es un hotel ni yo soy tu criada! Anda haz algo útil por una vez y ve a la tienda de la esquina a comprarme una bolsa de zanahorias!!" Como cada día, que agradable despertar, lo que yo aun no sabia, es que en unos minutos echaría de menos esos chillidos. Me fui hacia la tienda, sin prisa, entre, me fui a la parte de las verduras y coji la bolsa de zanahorias, a la vez que me giraba entraban tres hombres con la cara tapada y pistola en mano, mi acto reflejo fue esconder-me dentro del almacén de la tienda. Desde allí podía escuchar claramente que decían a todo el mundo que subiese a la furgoneta, y yo cada vez con mas miedo me puse debajo de una estantería. Cuando parecía que no quedaba nadie en la tienda uno de los secuestradores dijo: "Voy al almacén a por un poco de comida, así ya aprovechamos el viaje". Paso delante de mi, varias veces, yo estaba en el suelo, temblando de miedo, cuando se paro delante de mi cabeza. Yo empezaba a rezar para que no me llevaran. Lentamente se agachaba, como mas bajaba mas rápido latía mi corazón y mas helada tenia la sangre, pero no llego a mirar abajo de la estantería, se limito a cojer una caja e irse. Espere cinco minutos a salir del almacén, finalmente me decidí y me fui hacia casa. Al llegar, justo al abrir la puerta recibí un bofetón. "Pero porque has tardado tanto??? Y ademas no traes las zanahorias! pero tu niño eres tonto?? vete a tu cuarto ahora mismo!" Sin tiempo a explicar lo sucedido me fui, igualmente seguro que no me creería...

1 comentario:

Teresa dijo...

Lluis:
Perdona que me la saltara, fue sin querer.
Ahora que ya la he leído tengo que decirte que estaría bien si no fuera por las faltas de todo tipo (especialmente puntuación y acentos). No puedes escribir a estas alturas con tantas faltas. Corrígela y vuelve a enviármela.