30 enero 2007

LA ESPECULACIÓN EN LOS PIRINEOS

Actualmente, se está propagando un movimiento que ha logrado establecerse en muchos rincones del país garantizando su propia evolución: la especulación, un fenómeno donde la corrupción y el ladrillo van de la mano.
De esta forma, la construcción ha pasado a convertirse en uno de los principales negocios y el motor económico del país.
Por otro lado, concurren a menudo escándalos urbanísticos relacionados con las masivas obras de los campos de golf, las pistas de esquí, los puertos deportivos, las promociones de viviendas… puesto que afectan a una serie de valores sociales y medioambientales.
Primero, extingue el espacio natural, inclusive el protegido, debido a la modificación de los límites por parte de los gobiernos autónomos, a la revisión de la normativa y la autorización de innumerables destrucciones. Las repercusiones también son vigentes en el patrimonio cultural, histórico y arquitectónico. Así pues, asociada a esta fiebre de la construcción, surgen los problemas de corrupción en la mayoría de administraciones.
En referencia a las consecuencias sociales del urbanismo sin control, produce daños a las economías locales. Así como los propietarios locales venden a un precio módico sus terrenos, las grandes empresas multiplican exageradamente su valor. Sin embargo, esto no produce ningún efecto positivo en el acceso a la vivienda, al contrario, los precios aumentan constantemente y vertiginosamente. Conjuntamente, tampoco favorece al comercio de montaña basado en la sencillez y no en la sofisticación que caracteriza a las grandes ciudades.
Desgraciadamente, estos factores acaban produciendo cierto descontentamiento en los pueblerinos quienes llevan el caso a juicio pero que, pese a todo, sus derechos son menospreciados por la falta de sensibilidad o de conocimiento por parte de muchos jueces.
En mi opinión, la especulación es un tema muy complicado a causa de su confabulación con el gobierno pero que, no obstante, nos concierne y por tanto, debemos ser conscientes de las consecuencias a que nos lleva.
Por eso, quizás no sea necesaria tanta construcción cuando, al fin y al cabo, aún están colgados muchos carteles con el típico:
Finalmente, si los gobiernos corruptos y las grandes empresas dedicadas en la especulación me lo permiten, voy a proponer una solución al problema; la única alternativa que nos queda puesto que hacen oídos sordos a nuestras quejas, a las del PUEBLO.

2 comentarios:

Teresa dijo...

Me parece un buen comentario.
Sólo tengo peros en la manera de explicarte pues parece que a veces quieras "hinchar" el texto o sea, emplear palabras y construcciones más "cultas" innecesaria o inadecuadamente.
Por ejemplo, la especulación no afecta a valores sociales y medioambientales sino directamente a la sociedad y al medioambiente.Las repercusione no son vigentes sino visibles. Es innecesario emplear el adverbio conjuntamente.No hay descontentamiento sino descontento y mejor hablar de población o habitantes que de pueblerinos que tiene sentido peyorativo. La frase que va de "pero que...." hasta "jueces" debería reelaborarse toda pues incluso es incoherente, hay errores de concordancia verbal.Finalmente, más que confabularse con el gobierno, la corrupción implica al estamento político o clase política.

Karpe Diem dijo...

El texto en sí es original y está bien redactado, pero recomendamos que no emplees tantos recursos gráficos como por ejemplo vídeos y imágenes, el texto por sí solo es de excelente.

Eric