17 septiembre 2012

LA INDEPENDÉNCIA DE CATALUNYA



Catalunya y España han convivido durante muchos años unidas como las piezas de un puzle, pero me da la sensación que nunca han encajado a la perfección, que cada vez este encaje va separándose más, esperando algún día alejarse del todo.
Ambas tienen diferentes filosofías de la vida. Catalunya es una autonomía motor económico de todo un país, tierra de acogida, caracterizada por gente trabajadora que madruga; y la mayor parte del estado se considera más por tomarse las cosas con parsimonia, esforzarse poco y vivir del cuento. Dicho esto no es de extrañar entonces que los españoles tengan tirria a los catalanes pero a la vez no permitan un autogobierno de éstos. A mí esta situación me recuerda mucho a la rivalidad Barça-Madrid y a la vez las filosofías de ambos clubs me hacen pensar también a sus respectivos territorios.

Los catalanes tenemos una cultura y una lengua que apreciamos y que nos transmite un sentimiento, creemos en ella y la defendemos ante todo. Tenemos una diada, el 11 de setiembre; una leyenda, la de Guifré el Pilós y las cuatro barras sobre el escudo amarillo, origen de una bandera, “la senyera”; una danza, la sardana; unas tradiciones, “los Castellers”; una arquitectura modernista de lo más reconocida en todo el mundo, con Antoni Gaudí y Domenech y Montaner entre otros; tenemos un plato típico, el pan con tomate; una salsa, el alioli; con una generación de deportistas envidiable constituida por las chicas de natación sincronizada del C.N.Sabadell, el más que conocido Futbol Club Barcelona, la selección de hoquei patines… Podría hablar de infinidad de cosas que hacen de Catalunya una tierra llena de cultura y sentimiento patriótico, pero muy pocas de ellas estarían en común con el resto de España.

Más allá de la diferencia de culturas que pueda haber entre España y Catalunya, el problema actual se sostiene sobre la economía. No quiero repetirme, pero ya sabéis que la crisis económica ha caído como un mazo en España. Es por eso que se pretende sacar el máximo beneficio económico de los impuestos y de los recortes de sueldos de los trabajadores para poder saldar deudas. Pero el problema está en que no pagan los mismos impuestos los catalanes que la mayoría de provincias de España y que Catalunya a la hora del reparto recibe mucho menos de lo que contribuye.

No es nada extraño entonces que este año, los catalanes hayamos salido a la calle unidos, en multitud y en un ambiente pacífico (que es como nos gusta hacer las cosas) a protestar y a gritarle al mundo que estamos hartos, que hemos explotado, ¡que queremos ser un Estado! Cuando las mayorías se quejan, será porque están insatisfechas y sería bueno escucharlas.

Creo que en un estado tendría que haber una igualdad de condiciones entre todas las autonomías, pues no me parece bien entonces que en Catalunya se tenga que pagar peajes y en Galicia por ejemplo cada tres años se rehagan todas las carreteras, que son gratuitas y además poco transitadas.

Quizás mi escrito sea muy reivindicativo y con un tono un poco de indignación, pero es lo que pienso y lo que siento, quiero ver tarde o temprano, (espero que más temprano que tarde) un Estado Catalán, que sea capaz de reducir la tasa de parados y hacer feliz a todos sus ciudadanos. Repetidas veces en la historia ha pasado que después de mucho sudor y esfuerzo cuando hemos estado cerca de conseguir nuestros propósitos de autodeterminación nos han cortado las alas. Y siempre con esfuerzo e interés hemos vuelto a resurgir y a levantar la cabeza pero durante un corto período. Ahora sí, ahora parece que cada vez que las injusticias sobre nuestro territorio son más notables da la sensación que los catalanes confían cada vez más en un gobierno propio y estos cortos períodos cada vez van alargándose progresivamente, porque una serie de políticos no pueden interponerse ante un pueblo entero. La unidad hace la fuerza, tenemos que seguir luchando. Como dijo el presidente Artur Mas, “Nunca hemos estado tan cerca de la plenitud nacional”.

Laia Fontelles

1 comentario:

Teresa dijo...

En lineas generales, es un texto bien redactado. Por lo que hace al contenido, pienso que el primer párrafo tiene demasiados tópicos y en algún otro lugar eres un poco demagógica. No digo que tus afirmaciones no sean ciertas pero, tu las das como seguras (en Galicia por ejemplo cada tres años se rehagan todas las carreteras, que son gratuitas y además poco transitadas. ) sin aportar los datos que sustenten tu afirmación (y eso es lo que hacen también cuando se critica a los catalanes). Te recomiendo pues, que huyas de generalizaciones y afirmaciones sin argumentos cuando haces un texto argumentativo.
Por lo que hace al orden y la relación entre los párrafos es correcta y sólo te marco alguna equivocación al construir las oraciones y alguna palabra demasiado coloquial.
Expresiones incorrectas o poco naturales:"la mayor parte del estado se considera más por tomarse las cosas con parsimonia, esforzarse poco y vivir del cuento.","hacen pensar también a sus respectivos territorios. "

Vocabulario inadecuado: "tirria"