07 febrero 2013

¿Arte o vandalismo?


Arte: cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética o comunicativa, mediante la cual se expresan ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, mediante diversos recursos. 
Desde los principios de la humanidad, el hombre ha buscado apoyo en materias de expresión como su medio de desahogo. Puede ser por simple diversión, pero también, puede estar destinado a expandir opiniones frente a distintas temáticas que nos afectan, tanto como individuos o grupo social. Hoy en día, los medios de expresión son muchos, des de los periódicos a la pintura pasando por los grafitis. A cuerdo con la definición si, son arte.
Todos conocemos lo que son los grafitis, aunque sea los hemos visto sin saber lo que son. Nacieron como simples “pintadas” en los metros de las principales ciudades del mundo, y fueron considerados, por muchos políticos y autoridades, como una verdadera plaga que había que exterminar. Pero en el siglo XXI, son aceptados como una expresión artística más y una seña de la cultura contemporánea. Si buscamos un poco de información sobre la historia de los grafitis, nos encontraremos con afirmaciones como ésta. Se asegura que en una primera etapa, sus autores eran perseguidos y totalmente juzgados. Hoy en día, se ha popularizado tanto que ya no es la “pintada” de unos pocos; sino, el arte de una o más culturas.
Dicen que es la expresión de la creatividad de nuestra gente. Que tiene valor artístico porque muestra la trascendencia del pensamiento de la cultura y de la sociedad. Y además se dice que es el método de expresión más directo y accesible para llegar a grandes masas en poco tiempo. Hay hasta teorías psicológicas de su utilidad. Pero lo que esa gente no se ha puesto a pensar es en el atropello que se está haciendo con su práctica desmedida. Sería ingenuo decir que sólo hacen grafitis en zonas habilitadas por el gobierno. Es cosa de dar un paseo por tu propio barrio y verás que hay zonas urbanas llenas de ellos; en las casas, los negocios, empresas. En fin, un verdadero atropello a la propiedad privada. Es por eso que ante la ley es un delito, no creo que haya duda de la autenticidad de esa ley. Cada uno tiene el derecho de elegir su quiere o no tener grafitis en las partes de su propiedad, ¿Acaso estamos obligados a “escucharlos”? El punto es que se está invadiendo la libertad de otra persona en algo que no tiene por qué verse involucrada.
En conclusión creo que los grafitis son arte siempre y cuando sean en zonas habilitadas y realmente sea un buen grafiti, esas personas que escriben en una pared su nombre, eso evidentemente no lo es.

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