09 febrero 2013

Legalización de la eutanasia

En España hubo un caso muy sonado del cual se han hecho películas y libros hace ya muchos años. Actualmente no se ha hablado mucho de este problema ético aunque pienso que se trata de un muy buen tema para argumentar. 

 Primero de todo debemos saber con recelo lo que es la eutanasia. La eutanasia es la acción o inacción hecha para evitar sufrimientos a personas próximas a su muerte, acelerándola ya sea a sabiendas de la persona o sin su aprobación y se puede considerar también como el hecho de morir sin experimentar dolor.

En este mundo hay personas que, teniendo una enfermedad muy grave, terminal o dolorosa, no quieren seguir viviendo o simplemente que el dolor termine y prefieren estar muertas que seguir luchando. Estas personas pueden decidir acogerse a la eutanasia o no. En los hospitales, los médicos dan a los pacientes que padecen situaciones extremas o terminales los papeles legales para solicitar la eutanasia. Pero; si el paciente quiere la eutanasia debe estar completamente lucido en sus facultades mentales o sino, el procedimiento sería distinto.

 La sociedad basa su punto de vista jurídico en la protección de los derechos humanos. En este sentido, cada enfermo tiene derecho a decidir, sabiendo todos los pros y contras sobre los asuntos que pertenecen a una esfera tan privada como su cuerpo; y en virtud de esto, decidir cómo quiere seguir, o no seguir viviendo.

En la otra cara de la moneda, encontramos a los que están totalmente en contra de la eutanasia ya sea por miedo al término o por la degradación que conlleva el hecho de que en un país sea legal una práctica como esta. Un ejemplo sería “La Asociación Médica Mundial” que lo considera contrario a la ética y condena tanto el suicidio con ayuda médica como la eutanasia. En cambio recomienda los cuidados paliativos. El texto siguente es una declaración sobre la Eutanasia adoptada por la 38.ª Asamblea Médica Mundial Madrid (España), octubre de 1987.

 “La eutanasia, es decir, el acto deliberado de poner fin a la vida de un paciente, aunque sea por voluntad propia o a petición de sus familiares, es contraria a la ética. Ello no impide al médico respetar el deseo del paciente de dejar que el proceso natural de la muerte siga su curso en la fase terminal de su enfermedad.”

Muchas entidades medicas estan en contra de esta practica por que lo consideran la «inviolabilidad» de la vida humana, la defensa de su dignidad independientemente de las condiciones de vida o la voluntad del individuo implicado, y las repercusiones sociales de desconfianza que podría conllevar la eutanasia. No obstante no son solo dichas entidades las que comparten ese punto de vista. La iglesia cristiana también piensa exactamente lo mismo. De hecho, el papa Benedicto XVI lo dejó bien claro en una carta a varios eclesiásticos estadounidenses en 2004. Sin embargo, la iglesia luterana, aunque se oponga, da bastante espacio para que cada uno tome su decisión.

 Mi opinión respecto a este tema un tanto delicado es que cada uno sabe cuando quiere terminar con su vida. Si tu estas sufriendo día a día con algo que sabes de sobra que no va a terminarse, lo más normal y humano, es que quieras terminar con ese sufrimiento y estás tan cansado que no quieres seguir luchando ni seguir adelante con tu vida, solo deseas que pare. Creo que cada uno debe decidir por sí mismo y sobre todo debes hacer lo mejor para ti, aunque en esos casos, sea morir.

1 comentario:

Teresa dijo...

Muy buen trabajo. Tienes alguna falta de acentuación.