21 febrero 2013

¿Medicina convencional o alternativa?


A todo el mundo le gusta estar saludable y gozar de la vida al 100% sin sufrir enfermedades. La salud es algo tan indispensable que nadie quiere prescindir de ella, es aquí donde empieza el gran negocio, un negocio ridículo en el que se pone código de barras a la vida de una persona.

Sin duda alguna, la medicina ha mejorado nuestra esperanza de vida y que la ciencia está realizando un gran avance en este aspecto. Aun así, no todo el mundo se beneficia de este avance y en muchos casos se da más importancia al dinero que a la vida.

Las grandes farmacéuticas ponen al mercado medicamentos que nosotros consumimos con la intención de sentirnos mejor pero: “¿Sabemos si es el mejor método para aliviar nuestra pena?”. Muchos medicamentos que consumimos nos aplican el efecto “placebo”, nos creemos que nos sentimos mejor pero el efecto persiste sin nosotros darnos cuenta. Muchos de estos medicamentos nos “arreglan” de un lado y nos estropean de otro.

Mucho antes de que las multinacionales existieran, los humanos practicábamos la medicina alternativa, natural y libre. Hoy en día la medicina alternativa es cuestionada y en muchos casos perseguida por los científicos que se supone que están al servicio de la verdad. En resumen, se ha convertido en una caza de brujas.

Anteriormente mencioné la disponibilidad de las medicinas convencionales y la dificultad que tienen las clases menos favorecidas para acceder a ellas. La medicina alternativa es aún más difícil de acceder a ella: los precios son realmente altos, parte de los productos que utilizan son ilegales y catalogados como drogas y es difícil encontrar una clínica.

Detrás de este boicot a la medicina alternativa no me extrañaría que las grandes farmacéuticas de la medicina convencional estuvieran implicadas. Si es así, es realmente triste que una simple pieza metálica redonda o un simple papel impreso, puedan sobreponerse a la vida de una persona.

A los grandes empresarios de las farmacéuticas, desde mi posición de ignorante, yo les receptaría unas dosis de moralidad y eliminaría de su dieta la avaricia. Quién sabe… Algún día quizás no  puedan curarse de alguna enfermedad que ellos mismos crearon para ganar más dinero.

1 comentario:

Teresa dijo...

Bien, pero falta cohesión entre párrafos. En vez de "saludable" es "sano" y hay varias faltas por interferencia del catalán.