16 noviembre 2006

Sonaron todas las alarmas de la ciudad

El niño andaba por las ruinas de la intuida ciudad. En su cuello colgaba el medallón con la aquella extraña escritura. Como había aparecido allí seguía pareciendo un misterio. Las quejas sonoras de su estomago empezaban a frecuentar. Eran poco mas de las cinco y en aquel abandonado lugar ya empezaba a oscurecer. Estaba rodeado de un inquietante silencio, pero le agradaba no sentir ninguna clase de ruido alieno. Se sentó en una roca, observó el cielo, ya casi era oscuro del todo. Empezaba a hacer frío. Las nubes eran gruesas y se movían rápidamente. Entonces se dio cuenta de algo que ausentaba des de hacia rato; hacia frío, las nubes se movían, pero sin embargo no soplaba ni una triste brisa. Esto lo desconcertó aun mas, ¿donde estaba? Subió a la pared y observó con cuidado la ciudad, todo lo que se extendía ante sus narices estaba en la más extrema ruina, pero las calles se podían se deducir fácilmente. La ciudad era inmensa, ruinas i mas ruinas agrupadas desordenadamente, y a lo lejos una muralla. Se giro un poco, allá estaba lo que buscaba, una luz y algo entero; parecía un castillo, si mas no una casa grande y casi entera del todo. Era de piedra rojiza como el resto del pueblo. Sus esperanzas crecieron; bajo de la pared y se dispuso a encontrar el camino por el que llegar. Lo tubo fácil, era el lugar mas alto y el único que tenia luz llego con cierta facilidad. Un callejón llevaba hacia una gran puerta de madera oscura. Se acerco, no se oía ni el más mínimo ruido. En la puerta estaba gravada la insignia del medallón que se había encontrado. Lo puso encima como en las películas, esperando que pasara algo. Se equivocaba; no pasó nada de nada; empezó a dar golpes para ver si alguien le abría. Se sentó en el suelo apoyándose en la puerta con todo el cuerpo, suspirando por su fracaso, y de repente empezó a sonar una extraña alarma. Todas las casas se levantaban solas. Se encendían entorchas por todos sitios, las calles se despejaban de rocas que se iban colocando cada una en el sitio correspondiente. La alarma sonaba incansablemente. Salió la luna y soplo el viento y de repente apareció la gente.

Valença Castells

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Original, pero sin embargo un poco corta. Demasiado seguida, tiene pocas pausas me parece.

Teresa dijo...

una palabra está entre paréntesis quiere decir que sobra.

quim dijo...

Acción : Original y buena
Estilo: Falta punuación