09 marzo 2010

La cigarra y la hormiga

Todos alguna vez hemos oído hablar de la fábula de la cigarra y la hormiga.
En mi caso he escuchado dos versiones:

Cuando era pequeño mi madre me contó esta fábula donde aparecen una hormiga y una cigarra. La hormiga pasa un terrible verano en que se dedica a recoger alimentos y construir una casa pensando en la llegada del invierno. Mientras tanto la cigarra disfrutaba de la agradable temperatura estival cantando y cantando sin pensar en su futuro.
La cigarra con la llegada del invierno se encuentra sin alimento ni refugio y pide ayuda a su vecina la hormiga, esta le da granos de arroz y le aconseja que no pierda el tiempo durante el próximo verano.

Al cabo de dos años una tía mía me contó esta misma fábula pero con final diferente, este final me decepciono bastante.
En esta fábula con la llegada del invierno, la cigarra se encuentra sin provisiones ni refugio y decide acudir a su vecina la hormiga, la cigarra le pide ayuda pero la hormiga le responde que tendría que haber trabajado durante el verano y ahora se espabilase.

En esta fábula entendemos una moraleja, si no trabajas cuando lo tienes que hacer luego te arrepentirás y lo pasarás mal. Pero en mi opinión en la primera que me contaron encontramos una segunda moraleja, todo el mundo merece una segunda oportunidad. Por ese motivo encuentro más apropiada la primera fábula donde puedes sacar una doble moraleja y aprender más que en la segunda donde la cigarra no recibe ningún tipo de ayuda y queda muy afectada.







Roger Sánchez

1 comentario:

Teresa dijo...

La segunda versión es más antigua y la primera se hizo para poder contar la fábula a los niños y que no les afectara tanto la situación de la cigarra. Este "edulcoramiento" de un cuento se da con casi todos los cuentos tradicionales en cuanto empiezan a dirigirse a niños.