18 marzo 2010

SIMBOLISMO EN LAS PELÍCULAS DISNEY

Hace unos meses, toda la clase se vio en medio de propuestas y votaciones de las redacciones del segundo trimestre. No sé porque, me paso por la cabeza la idea de proponer este tema, quizás por la originalidad o simplemente por decir algo. Yo también pertenezco a la generación de los noventa, he escuchado y bailado Britney Spears antes de que empezara a beber y drogarse y los teléfonos móviles eran grandes, con antena y solo se podía llamar o enviar mensajes de texto. Y sobre todo, mis padres me compraron los cuentos, casetes i libros de todas las historias Disney. De hecho pasaba horas y horas emocionada pegada a la tele repitiendo una vez tras otra las mismas películas, por desgracia de mis padres (ahora me ha tocado a mi tener que aguantarlo con mi hermano).
Bambi, Pocahontas, el Rey León, el Libro de la Selva, el Jorobado de Notre-Dame, la Sirenita, Blancanieves, etc. Todas y muchas más, son obras del conocido y misterioso Walt Disney, un productor, director, guionista y animador estadounidense que junto su hermano crearon una compañía mastodóntica que aún sigue presente en nuestras vidas y las futuras generaciones.
Estas historias representan una forma de vivir ni más ni menos idealizada, que inculca a las niñas la importancia de ser bella, inocente, buena y esperar felizmente a que llegue el fuerte, valiente y hermoso príncipe. ¿Es negativo? ¿Es malo hacer creer a los niños que a veces las historias terminan bien? Pienso que a los niños, que aún no tienen uso de la razón y están en una constante descubierta del entorno, no les hace ningún daño irreversible. La vida no es como la plantean, la gente muere, sufre, llora, existen esas brujas y villanos que aparecen en los cuentos no solo en nuestro alrededor, sino que también dentro de cada uno. Pero Disney quería que los niños y niñas pudieran soñar, pensar que un día las cosas serian más bonitas, ya que en esa época en el primer mundo aún había guerras, miseria, hambre y enfermedades. Este era el principal objetivo de Disney: inculcar valores positivos para esos niños y darles esperanzas para el futuro.
No creo que haya demasiado simbolismo, quizás Disney quiso figurar sus aspiraciones, sus ideologías y filosofía, de nunca darse por vencido, esperar a que salga el sol, luchar contra las injusticias y intentar amar y ser amado. Esta es la simbología que encontraremos (luego, lo que vean otros, algunos enfermos y obsesionados en el tema, es otra cosa).
Sí, es una idea muy conservadora, el American Dream, solo falta que al final de la Blancanieves, ella y el príncipe fueran a comprar la cuna y a contractar una hipoteca. Esto es criticable ahora, porque el mundo evoluciona constantemente y ahora es legal casarse con alguien del mismo sexo, las mujeres tienen hijos artificialmente, en los videoclips las cantantes enseñan más pecho que cara, los preadolescentes de doce años se encuentran con nuevas palabras como el botellón y las drogas. Las cosas cambian.
Pero miro a mi hermano y pienso: ¿Le cuento que más de la mitad de la población mundial sufre mal nutrición? ¿Que en el mundo hay más de 33 guerras aún sin solucionar? ¿Es necesario darle esta grande dosis de realidad? Al fin y al cabo, cuando vaya creciendo se irá dando cuenta que el Universo es grande y que contempla muchísimas posibilidades y finales de las historias.
No negaré que quizás tenga el deseo que mi vida termine como Pocahontas o algún otro cuento, pero prefiero tener esta esperanza romántica e irreal que no tener que ser consciente que nunca podremos ser realmente felices. Este es mi punto de vista, respeto los de los otros también. A mi estas películas me hicieron reír, llorar, soñar, me entretuvieron. Y estoy orgullosa de esto, quizás por esto sea más bien una persona soñadora y que frecuentemente idealiza las cosas, pero no me arrepiento y si un día tengo hijos (míos o adoptados) me tumbare al sofá con ellos con palomitas para disfrutar de alguna historia de esas.

1 comentario:

Teresa dijo...

Laia:
Está muy bien redactado y sólo debes tener cuidado con algunas interferencias del catalán:
"y libros de todas las historias Disney", "por desgracia para mis padres", "descubrimiento del entorno".
Hay alguna faltita de acentuación: por qué, sólo; pero nada más. Felicidades.