(¡Es un anuncio francés muy impactante! Espero que nosotros no lleguemos a estos extremos...)
Estos días, la dirección general de tráfico (comúnmente conocida como DGT) se ha convertido en el principal tema de debate a causa de las polémicas que ha levantado el lanzamiento de su nuevo anuncio publicitario en televisión.
Una vez más, estos anuncios nos demuestran la importancia de la infracción de las leyes viales mediante su trágico desenlace pero éste último se excede por su extrema violencia.
La campaña de la DGT de este año ha dado un giro muy radical, hecho que puede herir la sensibilidad del público o, por otro lado, dar lugar a una cruel y fogosa morbosidad. Sin embargo, hay puestas unas generosas esperanzas al efecto que pueda producirse en los conductores temerarios, disminuir en exceso la accidentalidad.
Bajo mi punto de vista, la televisión es el mejor canal de difusión o transmisión de cualquier información debido a la masiva concentración de telespectadores y la publicidad el medio más adecuado para informar.
Por lo que a estadísticas se refiere, la publicidad ha sido uno de los agentes influyentes en las pequeñas pero progresivas disminuciones de accidentes hasta el momento y por tanto, es necesaria la insistencia de su uso y su diversidad.
Este punto da a entender su grado de eficacia en el país; mínima pero con unos resultados evidentes.
Finalmente, considero que esta controversia también ha sido un buen modo para divulgar el anuncio y su intención.
En conclusión, la publicidad, la implantación del nuevo carné por puntos, la instalación de radares, la plantilla de policía… son factores que ayudan a la regularización de las normas viales pero realmente, somos nosotros quien tenemos que concienciarnos del peligro y hacer algo al respeto.
Una vez más, estos anuncios nos demuestran la importancia de la infracción de las leyes viales mediante su trágico desenlace pero éste último se excede por su extrema violencia.
La campaña de la DGT de este año ha dado un giro muy radical, hecho que puede herir la sensibilidad del público o, por otro lado, dar lugar a una cruel y fogosa morbosidad. Sin embargo, hay puestas unas generosas esperanzas al efecto que pueda producirse en los conductores temerarios, disminuir en exceso la accidentalidad.
Bajo mi punto de vista, la televisión es el mejor canal de difusión o transmisión de cualquier información debido a la masiva concentración de telespectadores y la publicidad el medio más adecuado para informar.
Por lo que a estadísticas se refiere, la publicidad ha sido uno de los agentes influyentes en las pequeñas pero progresivas disminuciones de accidentes hasta el momento y por tanto, es necesaria la insistencia de su uso y su diversidad.
Este punto da a entender su grado de eficacia en el país; mínima pero con unos resultados evidentes.
Finalmente, considero que esta controversia también ha sido un buen modo para divulgar el anuncio y su intención.
En conclusión, la publicidad, la implantación del nuevo carné por puntos, la instalación de radares, la plantilla de policía… son factores que ayudan a la regularización de las normas viales pero realmente, somos nosotros quien tenemos que concienciarnos del peligro y hacer algo al respeto.
1 comentario:
En cuanto al contenido,falta más razonamiento argumentativo y más profundo, pero está bastante bien.
En la forma sigues complicando innecesariamente el estilo y a menudo caes en verdaderas incorrecciones por no buscar la solución más natural: nunca la disminución de la accidentalidad es excesiva como afirmas ni los telespectadores están concentrados en parte alguna sino que hay un número elevado de ellos.NO hay leyes de tráfico sino reglas o normas. Y evita términos retóricos en un texto que no lo es:"fogosa".
Muy bien la grabación de vídeo.
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