Obsolescencia programada

La obsolescencia programada es la determinación o planificación del fin de algunos productos, que dejen de funcionar, y que queden inútiles y nos obligue a comprar uno nuevo.

Unos nos dirán que no, que no está programado ni planificado, que se estropean solos o los rompemos nosotros. Bien pues sabemos que una bombilla de un hangar de una estación de bomberos de California, cumplía su 101 aniversario de estar encendida en el 2002, cuando las bombillas de incandescencia normalmente duran entre 750 y 2.000 horas, si se dejan funcionando continuamente. Las lámparas fluorescentes pueden durar 20.000 horas. Esta bombilla se certificó que llevaba encendida más de 800.000 horas. Luego, los que acepten que existe, nos dirán que eso es favorable, ya que si no, el comercio se pararía por completo y todo el sistema caería.

Y yo digo, ¿por eso tenemos que ir cambiando muchos de los productos que compramos al poco de hacerlo, complicando así nuestras vidas? ¿También tenemos que contaminar nuestro planeta, hasta el último organismo con tal de mantener a “nuestro sistema”? No creo en absoluto que la obsolescencia programada sea algo bueno, ni tan solo a pequeña escala. Solo complica la vida de los que no llegan a fin de mes o les cuesta y provoca muchísimos residuos innecesarios. Creo que si quitásemos la obsolescencia programada mejoraría mucho la situación, en sentido económico de las personas que no tienen y en sentido medioambiental para nuestro planeta, y si con este sistema actual no es posible, pues quizás es que no es el sistema correcto y es necesario uno distinto.