La obsolescencia
programada hace referencia al progresivo acortamiento de la vida de un producto
con el fin de convertirlo en un objeto de “usar y tirar”, con el problema que
ocasiona a la persona al tener que
comprar otro.
Las empresas con el fin
de que compres más a menudo sus productos, incluyen piezas defectuosas en
nuestros ordenadores, lavadoras, televisores, bombillas… de manera que éstos al cabo de poco comienzan
a dar problemas. Y así, consiguen que nos gastemos dinero en la reparación o en
uno de nuevo.
Este sistema genera
grandes beneficios y hace mover la economía mundial, pero tiene un grave
problema y es que genera grandes cantidades de basura que nadie quiere. El razonamiento
de los inventores de este sistema parece del todo correcto, pero desde mi punto
de vista, este sistema no es ni moral ni ético.
Si se hiciesen cosas que
durasen por siempre, llegaría un momento que todo el mundo tendría un producto,
y ya no sería necesario fabricar otro, esto supondría que la economía mundial
se fuera a pico.
Por ejemplo: antes de que
los fabricantes de bombillas utilizaran la obsolescencia programada de
las bombillas que fijaba un máximo de 1.000 horas de vida para cada una, las
bombillas duraban horas y horas sin fundirse, como es: la bombilla de un parque
de bomberos de Livermore (California) que hace 110 años que funciona ininterrumpidamente.
En conclusión: no me
extrañar en absoluto que muchas empresas pongan en marcha estas “estrategias”
con el fin de obtener beneficios económicos, lo único que les interesa a ellos
es que gastemos más y más.
Y una pregunta que me
hago es: Si estas cosas ocurren con artículos electrónicos y tecnológicos, ¿también
pueden ocurrir con los alimentos o las medicinas?
1 comentario:
Bien, Llorenç, excepto que se dice "irse a pique", no "a pico"
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