25 febrero 2012

OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

La obsolescencia programada resulta ser un punto clave del capitalismo. Se ha convertido en una característica puramente del sistema capitalista, de una economía libre de mercado: hacer una elaboración consciente de productos de consumo de modo que se vuelvan obsoletos en el corto plazo por un fallo programado o una deficiencia incorporada. Por lo tanto, obliga al consumidor a comprar más productos, para así poder augmentar el beneficio de algunos privilegiados. De hecho, el capitalismo consiste en eso, hacer millonarios a unos cuantos a costa de otros que no se dan cuenta de las constantes estafas, engaños y manipulaciones llevadas a cabo. ¿Pero alguien sabe quiénes son todos esos que se aprovechan de todos nosotros? No, y es más, tampoco ponemos empeño en preocuparnos,  porque ellos se encargan de mantenernos felices y entretenidos para no traerles problemas y así no disturbar sus ocupados asuntos.

Por ejemplo, Apple programó los Ipod de manera que fallaran al cabo de dieciocho meses aproximadamente, para que el cliente tuviera que comprarse otro. En cambio, en la antigua URSS, un estado comunista, se fabricaban productos que duraran para toda la vida. Hoy en día, todavía se pueden conservar frigoríficos de cuando Stalin estaba en el mando del estado comunista. ¿Es eso peor que tener que comprar uno   debido a que un día, de repente, un frigorífico dejó de funcionar porque unos cuantos empresarios decidieron ponerle fecha de caducidad? Considero injusto que se valgan de nosotros hasta este punto, del que dependemos de unos productos con errores de fabricación. En realidad, deberíamos preguntarnos por qué el mercado no castiga a los que utilizan la obsolescencia programada y no beneficia a los productos de mucha durada; entonces hallaremos una sencilla respuesta, y es que como mencioné, este sistema que domina la mayor parte del planeta, consiste en tener un mercado que todo lo regule mediante el factor precio, y es por eso que a los mercados internacionales no les conviene fabricar productos sin una fecha de caducidad. Cuando descubrieron que se podían elaborar bombillas que duraran casi toda la vida, no tardaron demasiado en pactar que debían hacerlas defectuosas, porque sino a la compañía no le salía rentable fabricarlas.

Juzguen ustedes mismos, y llegarán a la misma conclusión que yo: vivimos en un sistema de mercado que es capaz de dominarnos a todos y cada uno de nosotros, somos sus lindos juguetes con los que les gusta entretenerse.

AMIRA FARRÉ

2 comentarios:

Teresa dijo...

Aitana, está muy bien redactado y solamente tienes errores de ortografía por influencia del catalán:"augmentar","disturbar", u otras razones:"en el mando " cuando debe ser "al" o "sino", que debe ir separado en este caso"si no".
Cuidado con abusar de un estilo retórico: un poco de preguntas retóricas, de frases grandilocuentes está bien; demasiado estropearía el guiso.

Teresa dijo...

¡Perdón, quería escribir Amira y se me ha colado Aitana que viene a continuación!.