24 febrero 2012

OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

Cada día, son más las personas que hablan sobre un nuevo concepto de nuestra actual sociedad, la obsolescencia programada. También conocida como obsolescencia planificada, se trata de la programación o planificación que tras un periodo de tiempo calculado por una entidad, empresa o fabricante, da fin a la vida útil de un producto determinado convirtiéndolo en un objeto totalmente inservible e irreparable.

En mi opinión, las personas que tenemos electrodomésticos que son víctimas de dicha obsolescencia no debemos permitir que esto continúe. Podríamos citar que su origen proviene de crisis presentes en nuestra sociedad durante algunos periodos de tiempo. Para poder seguir adelante en tiempos difíciles hay que producir, consumir y fabricar constantemente. Si los productos duran menos, se consume mucho más y por lo tanto la fabricación y producción aumenta. En realidad, la mayoría de los consumidores somos conscientes del engaño por parte de las empresas y fabricantes ya que a todos, en algún momento de nuestra vida, se nos ha estropeado sin motivo y sin poder dar ningún tipo de explicación un ordenador, una cámara digital o una impresora, entre muchos otros. Los productos que los consumidores tenemos cada vez duran menos tiempo, y siempre parece ser casualidad que lo hagan justo después de que termine su garantía. Algunos estudios realizados confirman la existencia de electrodomésticos, por ejemplo, las impresoras, que incorporan un pequeño chip en su interior que contabiliza el número de impresiones. Cuando este chip detecta que la impresora ha llegado al límite de impresiones que su fabricante le había puesto, la impresora se vuelve completamente inútil e inservible. Al llevarla a reparar, todos los comercios dedicados a la tecnología aconsejan renovar la impresora, ya que la supuesta “avería” no tiene reparación. Además, la obsolescencia programada también se puede considerar que está presente en la moda. El afán de renovar constantemente la ropa para seguir unas tendencias y marcas es un claro ejemplo de este tipo de obsolescencia.

En conclusión, esta situación ha llegado a alcanzar límites que pueden ser insultantes para los propios consumidores. Creo que es una vergüenza y es totalmente injusto que la tecnología, en este sentido, esté dando un gran paso hacia atrás, produciendo productos defectuosos a propósito para el beneficio y enriquecimiento de grandes empresas y multinacionales.

2 comentarios:

Teresa dijo...

Sólo puedo decirte que me ha parecido un artículo sin errores, acertadísimo y correcto en todos los niveles. Y también me parece que es el mejor texto de los que me has presentado.

Helena Huguet dijo...

Muchas gracias Tere!