07 noviembre 2013


EL MAL USO DE LA “SENYERA”

La “Senyera”, como muchos ya saben, es el nombre que se le atribuye a la bandera catalana. Está configurada por nueve barras cuyas alternan el color amarillo con el rojo. Su nacimiento, según la leyenda se remonta a la edad media con su primera aparición en los sepulcros de la condesa Ermessenda y en el del conde Ramon Berenguer II. El caso es que, últimamente, esta bandera se está popularizando cada vez más con el transcurso de los años ya que la comunidad catalana quiere más y más  su independencia. Este hecho está provocando un fuerte enfrentamiento con el país donde se encuentra esta región: España. Evidentemente, ocasionando que las malas lenguas hablen sobre la “Senyera” y su uso. Recientemente, nos preguntamos si, realmente, el uso de cuya bandera es bueno y solo hace la función de representar a dicha nación.
En mi opinión, no encuentro incorrecto que un pueblo defienda sus valores, su identidad y, como muchos exigen, su derecho a elegir. Por otra parte, no me parece adecuado que un símbolo se convierta en una arma para ciertos beneficios personales. Con esto, me refiero al ámbito político. Creo que hay líderes gubernamentales, que con esta excusa, consiguen fama y votos por el simple hecho de saber utilizar las armas adecuadas sobre la población. Una de estas armas es la bandera. La “Senyera”, en día de hoy, se está utilizando como medio de intensificador en esta discusión tan actual. Aparece en las campañas electorales como símbolo, en los medios de comunicación, se está hablando constantemente de nuestro sentimiento nacional y de nuestra bandera…

Para concluir me gustaría dejar claro, una vez más, que no encuentro mal la existencia de una bandera en representación de “Catalunya”, ni que un pueblo se sienta diferente y único del país al que pertenece. Pero sí, me opongo a que se utilice un símbolo popular para manipular la ciudadanía catalana y que se haga un abuso, a veces muy extremista, en el ámbito político tal y como lo estamos viviendo durante estos últimos años.

LAIA PERUCHET

1 comentario:

Teresa dijo...

Tienes pequeños errores poco importantes pero, hay uno que quiero comentarte porque veo que lo repites continuamente: el uso incorrecto de "cuyo". Esta palabra es un "adjetivo relativo"; es decir, nunca aparece sólo como pronombre sino que acompaña a un nombre y significa "del cual". Por ejemplo "Tenemos una tienda en el barrio CUYOS PRODUCTOS son de comercio justo"