Los cánones estéticos

Delgadez, curvas, esbeltez, palidez, bocas con labios finos, labios carnosos.... Son los cánones estéticos que han marcado la historia.

A lo largo de la historia de la estética femenina hemos visto de todos, incluso encontramos cánones que han mercado normas de belleza muchas veces opuestas.

Seguramente en la prehistoria dictó cánones de belleza de La Venus de Willerdorf: curvas, caderas, pechos abundantes. Cuanto más grasa acumulada, mejor. La mujer rellenita era símbolo de fertilidad.

En la antigua Grecia triunfó la proporción y la armonía.

Con la Edad Media llegaron los labios pequeños, el pelo largo y la pequeñez como medida. Los senos pequeños pero altos y la piel blanca.

En el Renacimiento abundaban las damas pálidas y de finos labios.

No olvidemos el tópico de la belleza ideal “Desctiptio Puellae”. El rostro es el centro de la belleza, se habla de su cabello, rubio como el oro y de su tez, blanca como la nieve, de su frente, de sus cejas, de su boca, de su cuello, de los dientes…

Con el Barroco llega la desproporción. Gordura pero con apretadísimos vestidos. Un siglo ornamentado por lo que se refiere también a la belleza.

En la actualidad aparece la delgadez extrema. No recordamos ya la exuberancia de los cuarenta y de los cincuenta. De Marilyn Monroe se pasa a Twiggy, una figura recta y ausente de curvas.

La estética tiraniza a las mujeres que quieren alcanzar cuerpos imposibles de Barbie gracias a la cirugía.

La mujer como un objeto precioso. El uso de metáforas para calificar a las diferentes partes del cuerpo: dientes como perlas, mejillas ruborizadas como rosas, cristal de la frente, coral sus encías…

Hace unos años parece ser que se nos fue de las manos como tenia de ser la mujer perfecta, y esto ha causado y causa que chicas y mujeres intenten tener un cuerpo que no pueden alcanzar, una utopía. Esto a ocasionado que hoy en día haya un alto porcentaje de mujeres y sobretodo chicas con trastornos alimentícios. Por eso se está tratando que esto cambie. Pero aún así día tras día hay chicas acribilladas por los medios de comunicación y por la sociedad, por no medir metro ochenta y pesar 45 quilos.

Es muy triste, pero es la realidad. Por esta razón las chicas no tenemos que dejarnos llevar por lo que marca la moda, ni dejar que nos impongan los estereotipos estéticos. Cada persona es como es, se tiene que ser una misma y hacerse valer, ya que las mujeres de verdad son con las que convivimos día a día, todo el contrario de las que vemos en los desfiles.

Clara G. Espot