25 mayo 2010

Cánones estéticos.


Si una cosa está clara, es que los cánones estéticos han marcado historia: desde la Venus de Milo hasta Lara Croft, pasando por Merilyn Monroe o Brigitte Bardot.
Gordas y su contrario, con bocas de piñón o interminables buzones, altas hasta la extenuación o pequeñitas, exuberantes y atómicas como muñeca de video juego o llenas de carnes salidas de Rubens, morenas rozando la noche o blancas a fuerza de gorro y vinagre... Enfrentados cánones que a lo largo de la historia occidental han ido marcando normas de belleza incluso opuestas. La tiranía de la estética, que vive hoy más que nunca épocas de auténtica gloria y bisturí.
Cebado el canon en las mujeres, el ideal de belleza ha ido alternando la gordura con la delgadez y con las curvas en caderas y pecho de aquella primera Venus de Willendorf. (foto)
En el rostro, el canon también ha hecho sus contrastes: ¿quién iba a decir a las damas del Renacimiento que sus finos labios serían operados en el siglo xx y que su blancura se tostaría hasta lo insospechado? Hemos vivido, aún quedan restos en las pasarelas, tiempos convulsos donde lo bello rozaba la locura: ojos ahumados, bocas desmesuradas pintadas de color carne, pómulos enfermizos...
Unas veces más exageradamente que otras, pero a lo largo de nuestra historia la gordura ha sido sinónimo de belleza mucho más tiempo que la delgadez. Si bien es cierto que hasta la época clásica es difícil hablar de canon, sí podemos rastrear alguna escultura, como la Venus de Willendorf, que deja claro el gusto por lo rollizo y aún más, por la mujer embarazada.
Lo último ya no es cuestión ni de dieta ni de gimnasio, sólo con cirugía podemos alcanzar esos cuerpos imposibles de nalgas brasileñas, cintura de avispa, busto de Barbie y piernas interminables, salidos del mundo del video juego: el canon de nuestro moderno y cada vez más imposible siglo xxi.
Algunas mujeres parecen arrojar algo de cordura a tanto exceso defendiendo sus formas y cuerpos de mujer. Es sólo un resquicio, excepciones aún, pero quién sabe, tal vez haya suerte y conviertan la brecha en ventana.

Creo, sin duda alguna, que los cánones estéticos marcados por la actualidad están completamente desmesurados: hoy en día, niñas y adultas (chicos también) padecen trastornos alimenticios, que en algunos casos nunca llegarán a superar, las jovencitas no se sienten bien con ellas mismas porque su cuerpo no se parece en nada con el de la chica que sale en su séria favorita de televisión...
Los “mass media” han enfatizado todas estas situaciones, y los porcentajes de población que se alejan de éstos cánones son mínimos.
Está claro, como he explicado anteriormente que en lo largo de nuestra historia los cánones estéticos han marcado tendencias, pero nunca se había llegado a éstos extremos. Hoy en día, tener un cuerpo o cutis perfecto exige exponerse a técnicas de riesgo que pueden perjudicar nuestra salud o cambiar nuestra vida radicalmente, como por ejemplo una operación de cirugía estética que salió mal.
Las mujeres somos las principales afectadas de éste movimiento de belleza extremo, así que si no somos nosotras quien le ponga límites o barreras a éste asunto no se las pondrá nadie.

1 comentario:

laia dijo...

Usted es una mujer de acción eh? haha
El otro día vi que la actriz Kate Winslet (la de Titanic) dijo que sentía pena por las mujeres que se operaban ya que no se aceptaban con su propia naturalidad, de la belleza a la vejez. Almenos es una de las que colabora a la contra de los cánones estéticos que oprimen a las mujeres (y poquitos hombres..)
:)