25 mayo 2010

Catalanes en la selección europea

¿Los jugadores catalanes deberían jugar en la selección española?
Según mi punto de vista, creo que sí, aunque pueden existir casos en los que el jugador se niegue a jugar, ya sea por su ideología o por algún gusto particular, y entonces no se debe de forzar a éste para jugar, ya que ir convocado a la selección española no es ninguna obligación, sino un privilegio, el cual sólo se da a los mejores de un país.
En estos momentos, podemos encontrar un buen puñado de jugadores que nacieron y crecieron en Catalunya, y que compiten con la selección del país; ejemplos de éstos son Xavi Hernández, Carles Puyol y Cesc Fábregas. Estos no opusieron ninguna objeción a ir con la concentración de jugadores españoles, ya que habían considerado esto como un título honorífico, una subida en su estatus futbolístico y un incremento de reputación. Cabe decir que estos mismos jugadores participan también, si se les convoca, en la selección catalana.
Creo que, como en otros casos, aquí se mezclan política con futbol. Hay gente que dice que bajo ningún concepto tienen que ser juntados estos dos conceptos y otros que usan el futbol (y el deporte en general) para hacer política.
La verdad es que el futbol en esencia no tiene nada de política, pero el “morbo” que éste va adquiriendo, las rivalidades por estatus social o ideológicos, el efecto que los medios les dan y, a veces también, las opiniones de los propios jugadores, ayudan mucho a politizar el futbol.
Pero futbol y política, aunque sea de manera espontánea o involuntaria, se mezclan, y un caso muy claro de esta mezcla es la rivalidad R.Madrid y FC.Barcelona, el cual aparte de ser un enfrentamiento entre dos equipos punteros, con mucha calidad y siempre líderes del buen espectáculo, ha pasado a formar parte del duelo entre los españoles y los catalanes, rivalidad social e ideológica que lleva muchos años ya de historia, cada uno por sus motivos.
Esta rivalidad entre estas dos naciones también se plasma en la selección española. Claro ejemplo es el caso de un jugador llamado Oleguer Presas, el cual se negó a jugar por España, ya que era de mentalidad independentista y nacionalista, lo que implica una cierta aversión hacia el estado español.
En conclusión, en caso de que un jugador sea convocado para jugar en la selección nacional (sea la española o la catalana) tendría que ir ya que es un reconocimiento y un premio para su carrera y su saber hacer. Yo creo que lo más inteligente para un jugador es aceptar siempre una buena oferta que implique una mejora en su carrera y su reconocimiento como deportista.

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